El pasado domingo la ciudad de París votó para prohibir los monopatines eléctricos de uso compartido dado los problemas de convivencia vial que generaban, así como también la alta cifra de accidentes. En Chile estos servicios se estrenaron en 2018, después del arribo de las bicicletas de arriendo, pero a la fecha, tras el estallido social y la pandemia, son pocas las experiencias que se pueden observar en comparación al escenario parisino.
En conversación con Emol, Alejandra Valencia, académica de la Escuela de Ingeniería de Construcción y Transporte de la PUCV, explicó que si bien en un principio estos medios de transporte de uso compartido tuvieron un importante despliegue, especialmente en Santiago, a la fecha tienen una participación muy reducida en lo que respecta a la movilidad urbana.
“Antes del estallido social y la pandemia estaba bastante masificado el uso de las bicicletas, principalmente, y algunas empresas de monopatines eléctricos ya estaban operando en Santiago. Ahora bien, la participación de este medio de transporte en particular ha sido bastante más baja en comparación a lo que eran las bicicletas en arriendo y hoy no son muchos los que se observan, siendo el sector oriente de la capital donde se utilizan en mayor medida los monopatines y las bicicletas de arriendo, no así en otras partes de la ciudad de Santiago”, explicó la experta.
Añadió que si bien la capital ha hecho esfuerzos para adaptarse al uso de estos nuevos transportes urbanos, aún falta mucho para avanzar.
“Se han aumentado considerablemente los kilómetros de ciclovías, pero hasta ahora no se ha podido crear una red que permita una mejor convivencia vial y ofrecer mejores trayectos para que los usuarios puedan usar estos medios de transporte. Entonces, en ese sentido, la ciudad no se ha adaptado del todo”, señaló.
Aumenta el uso privado
Por su parte, Karina Muñoz, Secretaria Ejecutiva de Conaset, explicó a Emol que a la fecha son pocos los servicios de scooters eléctricos compartidos que operan en Santiago u otras ciudades, pero indicó que el uso privado de estos nuevos medios de transporte urbano se incrementó en los últimos años.
Al comparar la realidad chilena con la situación vivida en París, la autoridad de gobierno explicó que precisamente para hacer frente a esos escenarios en 2018 el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones clasificó a los scooters dentro de la categoría de ciclos en la Ley de Convivencia Vial, normando su circulación en las vías.
“Su uso con los años ha presentado un aumento, principalmente de manera particular y no en la modalidad de arriendo como se presentaba en París, siendo un uso marginal en comparación a la capital francesa”, añadió Karina Muñoz.
Agregó que los scooters eléctricos son un modo de transporte usado en la actualidad por no pocas personas y muchas veces complementan los traslados que ofrece el sistema de transporte público como, por ejemplo, el Metro.
“Esta es una realidad y como ministerio estamos en constante observación de los diversos modos que permiten potenciar la intermodalidad”, dijo la Secretaria Ejecutiva de la Conaset.
Atenciones por accidentes al alza
Un indicador que puede dejar en evidencia el aumento en el uso de estos vehículos urbanos en el país lo da el Gerente de Seguridad Vial de la Mutual de Seguridad, Luis Stuven, quien compartió con Emol cifras que muestran un llamativo incremento de las atenciones por accidentes ocurridos con estos medios de movilidad urbana.
“Cuando aparece un nuevo tipo de transporte en la movilidad de una ciudad es lógico que tienda a aumentar la accidentabilidad (...) Lo que sí llama la atención es la proporción de ese aumento. Estamos hablando que en 2018 se registraron, según estadísticas de la Mutual de Seguridad, 6 accidentes de tránsito que involucraron a scooters, pero ya al año siguiente, en 2019, vemos 92 casos. En 2020 esta cifra bajó (80 accidentes) producto de la pandemia y los confinamientos, pero al año siguiente retomó con fuerza la tendencia al alza y de los 125 de 2021 pasó a 279 personas accidentadas en scooters en 2022”, dijo el el Gerente de Seguridad Vial de la Mutual de Seguridad.
Beneficios y promoción de la electromovilidad
Por su parte, Fernando Nilo, presidente de la fundación Recyclápolis, uno de los organizadores de la tercera versión de la Caravana por la Electromovilidad, evento que se realizará el próximo 23 de Abril desde Plaza Los Domínicos, destacó el positivo impacto de estos medios de transporte sustentables en la ciudad.
Dijo que no solo han permitido a las personas ahorrar en transporte y tiempos de desplazamiento, sino que también ha potenciado la actividad comercial, siendo utilizados, por ejemplo, para el reparto de última milla por parte del retail.
“Esto no solo ha generado ganancias desde el punto de vista comercial, sino que también ha habido una ganancia desde la perspectiva de tener un menor impacto ambiental al no generar emisiones ni ruido y, además, es más eficiente”, dijo Nilo.
