El escritor chileno
Luis Sepúlveda murió este jueves producto del covid-19. El autor de
70 años, falleció después de permanecer un mes y medio internado en el Hospital Universitario Central de
Asturias, región española
donde residía desde hace más de 20 años.
Durante su trayectoria en la literatura, Sepúlveda
escribió una veintena de novelas, relatos, fábulas y cuentos para niños, muchos de ellos inspirados en su espíritu viajero, y en su profundo compromiso social y ambiental.
Su obra ha sido traducida a 50 idiomas distintos y por ella
recibió numerosos reconocimientos, entre ellos el Premio Gabriela Mistral de Poesía (1976) y Premio Tigre Juan (1988). También fue distinguido con el grado de doctor honoris causa por las universidades de Toulon (Francia) y Urbino (Italia), y Caballero de las Artes y las Letras de la República Francesa.
A continuación una breve reseña de siete de sus obras más destacadas.
"Un viejo que leía novelas de amor" (1988)
Nació de su estancia con los indios shuar o jíbaros en la región amazónica de Ecuador y se convertiría en su gran "best-seller". Traducida a 35 idiomas distintos, es una
invitación a repensar la relación con la naturaleza.
Narra la historia de Antonio José Bolívar Proaño, que conoce al pueblo amazónico de los shuars. Cuando acusan erróneamente a estos indígenas de asesinar a un cazador blanco, el viejo deja sus novelas de amor, la única vía de escape a la barbarie humana, para hallar al verdadero culpable.
La obra
fue un rotundo éxito internacional, con más de 18 millones de ejemplares vendidos. Asimismo,
fue adaptada al cine por el australiano-holandés Rolf de Heer, con el estadounidense Richard Dreyfuss en el papel protagonista.
"Mundo de fin de mundo" (1992)
Es una obra que
mezcla investigación y denuncia. Cuenta la historia de un adolescente fanático de "Moby Dick" que se embarca en un ballenero en los confines australes de América.
Muchos años después, ya de adulto, el protagonista regresa al fin del mundo pero ahora para seguir las huellas de un capitán cuyos barcos piratas están depredando la fauna marítima.
"Nombre de torero" (1994)
Enmarcada en el género de
novela negra, cuenta la historia de Juan Belmonte y Frank Galisnky, quienes deben buscar un botín robado en los años sombríos del nazismo desde la prisión de Spandau: unas valiosísimas monedas de oro.
"Patagonia Express" (1995)
Un
ejemplo de su pasión por los viajes, de escuchar historias y de contarlas a su estilo. En este libro, Sepúlveda narra sus recorridos por las tierras de la Patagonia y Tierra del Fuego, presentando a personajes como Ladislao Eznaola, un vagabundo de mar que busca una nave fantasma; Jorge Díaz y La Voz de Patagonia de Radio Ventisquero, o el tierno Panchito y su delfín.
Según describe Planeta Libros, la obra se abre y se cierra con dos encuentros extraordinarios del autor con el novelista y escritor de viajes inglés Bruce Catwin, fallecido en 1989; y el también autor Francisco Coloane, fallecido en 2002.
"Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar" (1996)
Una obra "para jóvenes de 8 a 88 años", según el mismo Sepúlveda. Es
un homenaje del escritor a la ciudad de Hamburgo, donde vivió, y
trata de la contaminación del medio ambiente y la cohesión de los habitantes del puerto, de
la amistad y de
la responsabilidad.
El libro, con el cual según Tusquets -la casa editorial del fallecido escritor- Sepúlveda se convirtió en
"un clásico vivo para muchos jóvenes y escolares", cuenta la historia del gato Zorbas y Afortunada, una gaviota huérfana de la que se hace cargo y a la que debe enseñarle a comportarse como ave, a pesar de que ella quiere ser un felino.
La obra
fue adaptada a una película de animación de una hora y 20 minutos de extensión, dirigida por Enzo D'Alo.
"Diario de un killer sentimental" y Yacaré (1998)
Son
dos novelas cortas reunidas en forma de libro, en las que Sepúlveda se adentra en el
género policíaco. En la primera, un asesino a sueldo infringe todas las normas de su implacable profesión. En la segunda, un investigador de una compañía de seguros se deja llevar por su fino olfato de antiguo agente de policía, introduciéndose en el desconocido mundo de los indios anaré, misteriosos habitantes del sur de Brasil cuya existencia gira en torno a los yacarés.
"El fin de la historia" (2017)
Es su
novela más reciente y significó
el retorno de Sepúlveda a Juan Belmonte, el protagonista de "Nombre de torero". Belmonte vive en el sur de Chile, frente al mar, llevando una vida sencilla y casi anónima. De pronto recibe una llamada: debe localizar a los que quieren rescatar a un preso durante el gobierno de Michelle Bachelet.
"El oasis seco", una de sus últimas publicaciones donde abordó el estallido social
Publicado en el Le Monde Diplomatique de Francia y replicado en 30 ediciones internacionales de ese mismo medio a fines del pasado diciembre, el texto reflexiona sobre la palabra "oasis" que el Presidente Sebastián Piñera utilizó en su momento para calificar la "buena situación" de Chile en términos comparativos con el resto de Latinoamérica. "Lo que definía al 'oasis' chileno no era la presencia exuberante de palmeras y agua fresca, sino una reja de barrotes aparentemente infranqueables que lo rodeaba. Los chilenos estaban dentro del oasis, y las rejas eran de una aleación compuesta por: economía neoliberal, ausencia de derechos civiles y represión", escribió Sepúlveda.
El extenso escrito concluye que "la paz del oasis chileno estalló, no por el alza de las tarifas del metro de Santiago, sino por la suma de injusticias cometidas en nombre de las estadísticas macroeconómicas, por la insolencia de ministros que aconsejan levantarse más temprano para economizar en gastos de transporte, o que frente al alza del precio del pan recomiendan comprar flores porque éstas no han subido de precio, o que sugieren organizar bingos para recaudar fondos y reparar las escuelas que se inundan en los días de lluvia".