Franco y Luciano Aparicio.
Emol
Como
Franco Aparicio fue identificado el niño chileno que falleció en
el trágico choque entre un avión comercial y un helicóptero militar ocurrido la noche del miércoles en la ciudad de Washington. El joven deportista de 13 años y su padre, el ejecutivo argentino
Luciano Aparicio, eran dos de los 64 ocupantes de la aeronave de American Airlines que salió de Wichita (Kansas) y se estrelló mientras procedía a aterrizar en el aeropuerto Ronald Reagan de la capital estadounidense.
Nacido en Chile, Franco residía junto a su familia en Estados Unidos. Él y su padre volvían de Wichita tras participar en un campamento de entrenamiento para jóvenes talentos organizado por la federación estadounidense de patinaje artístico, disciplina que practicaba desde hace un tiempo.
El patinaje era la gran pasión de este joven, que vivía junto a su familia en Washington y era alumno de la Escuela Argentina, ubicada en las afueras de la ciudad. Este deporte no era para nada ajeno a él, puesto que su hermana mayor,
Isabella, también lo practicaba.
A su corta edad, Franco ya se perfilaba como una promesa del patinaje. De hecho, el cuarto lugar que obtuvo en el campeonato regional de la disciplina le permitió participar en el campamento de Wichita.
Si bien dejó Chile muy niño junto a su familia (todos ellos argentinos), este joven de 13 años no olvidaba su origen. Así se puede ver en su perfil de Instagram, donde lucen las banderas de Chile, Argentina y Estados Unidos.
Junto a este joven viajaba su padre, Luciano Aparicio, ejecutivo argentino que contaba con una larga trayectoria en la multinacional energética AES Corporation, donde actualmente se desempeñaba como vicepresidente de fusiones y adquisiciones, según su perfil de LinkedIn.
Contador público de la Universidad de Buenos Aires, llegó a AES Argentina en agosto de 2002, luego de trabajar durante tres años en estudios de contabilidad. Su primer trabajo fue como director de proyectos.
En 2007, Aparicio llegó a Chile para trabajar en AES Gener, donde se desempeñó como controlador y director de Planificación y Análisis Financiero y Gestión de Riesgos. Fue en esa estadía de siete años que nació su hijo Franco.
En enero de 2015, Luciano llegó a Estados Unidos para trabajar en AES Corporation, especializándose en proyectos con enfoque en energías renovables.
Casado con una argentina, Luciano Aparicio tenía tres hijos, entre ellos Franco, el único chileno.