Tendido sobre una cama y con un arma de fuego en una de sus manos fue encontrado ayer el cuerpo del empresario Mario Santander (65), único procesado por el asesinato de Alice Meyer Abel, hija de los dueños de un restaurante alemán, y cuyo crimen ocurrió en 1985.
De acuerdo a la Policía de Investigaciones (PDI), el deceso del hombre, quien además estuvo más de 19 meses privado de libertad por el caso, correspondería a un suicidio.
65Años tenía Mario Santander al momento de su muerte.
"La fiscalía regional metropolitana Oriente instruyó que la Brigada de Homicidios (BH) concurriera hasta un domicilio ubicado en el sector de La Dehesa, comuna de Lo Barnechea, en cuyo interior se encontraba un hombre fallecido", indicó el inspector Diego Novoa.
Al lugar llegaron detectives de la policía civil junto el médico asesor institucional y peritos del Laboratorio de Criminalistica "estableciendo que al interior de un dormitorio, sobre una cama, se encontraba la víctima".
"El análisis criminodinámico, tanto del sitio del suceso, como de la lesión con arma de fuego que la víctima mantenía en su cabeza, se logró acreditar que esta tenía un origen autoinferido, agregando además que la víctima aún mantenía el arma posiblemente utilizada en sus manos", agregó Novoa.
La policía incautó evidencia para intentar establecer el motivo del hecho.
El caso
Fue el 17 de diciembre de 1985, cuando el cuerpo de Alice Meyer (24) fue encontrado en un canal de regadío en el sector rural de Lo Barnechea. Los primeros peritajes establecieron que la joven de ascendencia alemana tenía su ropa interior rasgada y que había fallecido por un fuerte golpe en el cráneo, abriéndose la posibilidad de un robo con violación.
Sin embargo Meyer fue encontrada con gran parte de sus objetos de valor, incluida la moto en la que se movilizaba.
A los días fue encontrado el cuerpo de un hombre en el mismo sector de Lo Barnechea. El sujeto en cuestión, indicó en ese entonces la policía, se había ahorcado y portaba el reloj de la víctima, por lo que se dio por cerrado el caso, apuntando a este como el responsable del crimen de Meyer.
"El análisis criminodinámico, tanto del sitio del suceso, como de la lesión con arma de fuego que la víctima mantenía en su cabeza, se logró acreditar que esta tenía un origen autoinferido, agregando además que la víctima aún mantenía el arma posiblemente utilizada en sus manos"
Inspector Diego Novoa
Sin embargo, el juez Fernando Soto instruyó nuevas diligencias, las que llevaron a la detención de Santander, quien además era conocido de la familia de la víctima y fue reconocido en la rueda de testigos.
El empresario fue procesado por homicidio en 1986 y llevado hasta la ex Penitenciaria, donde pasó 19 meses en prisión por su presunta responsabilidad. Luego su defensa acusó al magistrado Soto de prevaricación, lo que implicó que el caso pasara a manos de la ministra en visita Raquel Camposano. Ella, a su vez, concedió la libertad a Santander tras el pago de una fianza de $100 mil.
Sin embargo, la Corte de Apelaciones de Santiago revocó la decisión y Santander volvió a la cárcel hasta, que fue liberado definitivamente y el crimen de Meyer se cerró sin culpables.
En 2014 el caso fue reabierto por el ministro en visita Mario Carroza, sin poder llegar a nuevos responsables y la investigación fue nuevamente cerrada.