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El legado de Francisco: Expertos ponderan sus reformas y las resistencias que enfrentó

Su estilo directo y austero en los 12 años de pontificado hoy es valorado, pero vaticanistas aseguran que ese tipo de gobernanza fue una "tarea compleja".

22 de Abril de 2025 | 07:01 | Redactado por Daniela Toro, Emol.
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Papa Francisco durante su visita a Chile, en 2018.

Aton
La muerte del papa Francisco, a causa de un ictus cerebral a sus 88 años, ha abierto múltiples procesos de reflexión en torno a su legado, marcado más por el "hacer", pero con un estilo que no siempre fue comprendido, tanto en temas clericales como de administración.

Su lado más reformista logró tener un espacio en la Iglesia Católica que hoy es reconocido tanto por quienes vieron su gestión de cerca, como por parte de fieles y analistas del mundo religioso. Entre los principales hitos destaca la austeridad, la inclusión de los desvalidos, la incorporación de la mujer en la Iglesia y el combate a los abusos.

Este último aspecto fue clave para la relación de Francisco con Chile. En 2018, cuando visitó el país, las acusaciones de abuso a sacerdotes estaban en pleno desarrollo. El 16 de enero y en su primera intervención pública en suelo chileno, pidió perdón por los casos de abusos, y no evitó hablar del "dolor y la vergüenza" que éstos le provocaban.

"No puedo dejar de manifestar el dolor y la vergüenza el daño efectuado por miembros de la iglesia. Es justo acompañar en el dolor a las víctimas y tomar medidas para que no se repita", dijo el papa Francisco en esa oportunidad. No obstante, el 18 de enero, al ser consultado por la presencia del obispo Juan Barros -y su rol como encubridor de los abusos de Fernando Karadima- en las misas que estaba realizando, el papa pidió "pruebas". "El día que me traigan una prueba contra el obispo Barros, ahí voy a hablar. No hay una sola prueba en contra, todo es calumnia", comentó el sumo Pontífice.

Aquello abrió la molestia especialmente entre las víctimas de Karadima, pero a la vuelta de este tiempo, y tras diversas gestiones de un papa "movilizado" por ir en contra de los abusos, los expertos afirman que se puede reconocer la labor de "limpieza" que logró impulsar.

En conversación con Emol, expertos ponderan el legado de Francisco, su gorma de gobernar y las resistencias que enfrentó su estilo sin precedentes durante sus 12 años al mando de la Iglesia Católica.

Principal legado


Uno de los principales reconocimientos hacia el papa Francisco es su capacidad de haber acercado la Iglesia, en lugar de mantenerse como una institución distante. Así lo señala Joaquín Silva, académico de la Facultad de Teología UC.

"El principal legado del Papa es haber acercado la Iglesia católica a Jesucristo y su Evangelio. A veces hemos sentido la Iglesia lejos de su centro, más preocupada de sí misma, de sus ritos y doctrinas, que del anuncio del Evangelio de la misericordia y el perdón, de la fraternidad y de amor", comenta.

Por su parte, Juan Pablo Faúndez, académico de la Facultad Eclesiástica de Teología de la PUCV, destaca como legado "su forma de ejercer la pastoral como romano Pontífice, con una especial sensibilidad por las personas sufrientes y marginadas, desde los pobres hasta los inmigrantes, Con ello quiso siempre poner por delante a quienes han sido desplazados a través de una 'cultura del descarte', como él mismo la llamó. Con ello hizo visible el núcleo de la preocupación evangélica".

Misa en memoria del papa Francisco en la Catedral de Santiago. Foto: Aton.

Las "resistencias" ante el estilo reformista


El estilo de Francisco, con un lenguaje directo, lejos de ostentaciones no dejó de incomodar a algunos. Tampoco fue menos incómodo que el papa abordara temas -desde el matrimonio homosexual a la tecnología-, que eran lejanos para lo "tradicional". En eso, los analistas reconocen las dificultades que enfrentó como jefe de la Iglesia Católica.

"Se puede decir que el papa Francisco puso temas importante para ser pensados y que impulsó reformas, pero sin duda se topó con las resistencias de quienes quisieran que las cosas sigan siendo como 'siempre' han sido".

Joaquín Silva, académico de Teología UC
Silva señala al respecto que "el gobierno de una institución como la Iglesia es de por sí muy complejo. Se puede ser que la Iglesia católica es la institución más global de entre todas las que existen. Ello implica caminar procurando que nadie quede en el camino. El papa debió escuchar a la Iglesia que está presente en todos los continentes, con prioridades y desafíos muchas veces muy distintos unos de otros".

"Se puede decir que el papa Francisco puso temas importante para ser pensados y que impulsó reformas, pero sin duda se topó con las resistencias de quienes quisieran que las cosas sigan siendo como 'siempre' han sido", añadió.

Quien también apunta a las resistencias que enfrentó Francisco es el vaticanista de la Universidad de Santa Croce, en Roma, Manuel Sánchez. Según destaca, el papa "tuvo una notable energía y capacidad de gobierno, y esa energía y ese empuje obviamente a veces no era muy del agrado de gente que se dejaba llevar por el acostumbramiento, o un poco perezosos, no por estar acostumbrados a actitudes de corrupción, sino a una manera poco alegre, poco juvenil, como tenía que ser la vida de la iglesia".

"Él también subrayó en los últimos años, y de manera continua, el papel central de la mujer en la vida de la iglesia, de hecho, él hablaba de cómo la iglesia era mujer, y eso llevaba a romper determinadas formas de hacer, en la iglesia y en la sociedad, con unos ribetes un poco machistas que no dejaban un desarrollo armónico con todo lo que es la iglesia. Ciertamente fue complejo", destacó.

Visita del papa Francisco a Chile, enero de 2018. Foto: Aton.

Relación con Chile y secuelas de los abusos


Francisco fue el primer papa latinoamericano y el segundo en visitar Chile, después de Juan Pablo II. Sus orígenes, le dio, a juicio de algunos analistas, una mejor perspectiva para aproximarse a los problemas latinoamericanos.

Así lo destaca el historiador y académico de la U. de Tarapacá, Alejandro San Francisco. "La presencia de un primer Papa que proviene del continente latinoamericano, lo que tiene una relevancia en la forma a aproximarse a ciertos temas, a comprender la relación entre los pueblos y las enseñanzas de su propia biografía, de familia italiana de inmigrantes y conocimiento de realidades duras como la pobreza de Argentina y otros países", precisa.

"En el caso de Chile, me parece relevante considerar su visita en enero de 2018. De esta manera, siguió esa experiencia de la visita de Juan Pablo II en 1987, tuvo la posibilidad de volver a un país que lo acogió siendo joven (durante sus estudios, a los 22 años) y logró comunicar su mensaje con cercanía, en algunos casos de manera masiva y mostrando gran cariño por esta tierra", comenta.

Ese paso, de todos modos, estuvo marcado por las denuncias de abuso sexual por parte de sacerdotes. En ese sentido, Silva comenta que el papa "provocó un remezón muy grande en la Iglesia católica, especialmente en relación a los abusos sexuales, de conciencia y de poder que tristemente han protagonizado miembros de la jerarquía eclesiástica". En ese sentido, destaca la carta que con posterioridad a su visita "envió al Pueblo de Dios, donde denunció la 'cultura de abuso y encubrimiento' que existía. Este fue un llamado a una conversión profunda de nuestras maneras de entender el evangelio, de ser Iglesia, de relacionarnos con el conjunto de la sociedad".

Para Sánchez, el la presencia del papa en Chile fue fundamental. "Después de su viaje, promovió un proceso de de purificación radical en el episcopado chileno, y por tanto, también en la vida de la Iglesia en Chile. Es el único país en el mundo en el que ha promovido una puesta en marcha de una 'operación de limpieza de manera radical', y eso me parece que ha sido un ejemplo extraordinario", subraya.

Visita del papa Francisco a Chile, enero de 2018. Foto: Aton.
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