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Santiago: Sábado 20 de julio del 2024 | Actualizado 08:04
SANTIAGO.- Cuando sólo faltaba un minuto para que terminara el partido Diego Rivarola se vistió de héroe y con un espectacular cabezazo le dio la victoria a Universidad de Chile sobre Colo Colo por 2-1 en el Estadio Nacional.
En los primeros diez minutos de partido la U fue superior a Colo Colo, Edson Puch y Eduardo Vargas inquietaron al arquero Juan Guillermo Castillo, pero sin generar grandes peligros.
Con el correr de los minutos el duelo se emparejó, aunque los azules fueron amplios dominadores a lo largo de todo el primer tiempo, especialmente por la bandas donde Puch, Eugenio Mena y Charles Aránguiz se las arreglaron para causar estragos en la zaga visitante.
Por el lado de los albos, Esteban Paredes y Ezequiel Miralles fueron los agentes más peligrosos del Cacique y quienes estuvieron cerca de abrir el marcador pero el balón se fue levemente desviado.
A los 36' el conductor de los albos Cristóbal Jorquera sufrió molestias y tuvo que ser reemplazado por José Luis Cabión, lo que mermo la capacidad ofensiva del Cacique.
En el complemento los primeros minutos se jugaron fuera de las áreas, pero de poco la dupla de ataque del cuadro popular se fue adueñando del balón y fue así como a los 64' llegó la apertura de la cuenta.
Esteban Paredes ejecutó un corner y Miralles le ganó la marca a los zagueros azules y con un cabezazo decretó la apertura del marcador. La U sintió el golpe pero no lograba superar la resistencia colocolina.
Los dirigidos por Américo Rubén Gallego pudieron liquidar el partido pero no supieron definir en el último toque.
La U no bajó los brazos y siguió en busca de la igualdad que llegó a los 84' en los pies de Gustavo Canales, quien convirtió un dudoso penal.
Cuando parecía que el clásico terminaba 1-1 apareció el hijo prodigo de los universitarios Diego Rivarola para desatar la locura en el codo sur con un espectacular cabezazo tras un certero centro de Eduardo Vargas.
En los descuentos Colo Colo no tuvo reacción y no pudo revertir la situación que permitió a los laicos poner fin a una racha de 5 derrotas consecutivos en Superclásicos.
