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EE.UU: Rumsfeld llama a militares iraquíes a desertar

En conferencia de prensa desde el Pentágono el el secretario estadounidense de Defensa sostuvo además que su país hizo lo posible por evitar la guerra.

20 de Marzo de 2003 | 12:08 | El Mercurio en Internet
WASHINGTON.- La "Operación Libertad de Irak", comenzada con un ataque contra Bagdad a las 02:35 horas GMT de hoy, tendrá "una fuerza y una escala sin comparación con cualquier otro conflicto", afirmó hoy el secretario de Defensa de EE.UU., Donald Rumsfeld.

Rumsfeld habló hoy, acompañado del jefe de Estado Mayor, Richard Myers, en su primera rueda de prensa desde el comienzo de las hostilidades.

La intervención de Rumsfeld se produjo casi al mismo tiempo que la Tercera división de Infantería de EE.UU. abría fuego hoy contra las tropas iraquíes en el sur de Irak, en el que usó sistemas de lanzamiento de misiles múltiples y obuses autopropulsados, en lo que se consideró el principio de la ofensiva terrestre.

En sus declaraciones, el secretario de Estado confirmó que el primer ataque de la "Operación Libertad Iraquí", a las 02:35 horas GMT de hoy, alcanzó una "instalación importante del liderazgo" de ese país y EE.UU. evalúa los daños, confirmó hoy el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld.

El responsable de Defensa afirmó que el asalto con misiles Tomahawk "fue el primero. Probablemente no sea el último" y dejó claro que se avecina una operación de mucha mayor envergadura.

"Lo que va a seguir no será una repetición de cualquier otro conflicto. Será de una fuerza y una escala y un alcance más allá de cualquier cosa que se haya visto hasta ahora", afirmó.

Tanto Rumsfeld como Myers se mostraron tajantes a la hora de defender la legitimidad de un ataque para matar al presidente iraquí, Sadam Husein: "el liderazgo de un régimen es un objetivo legítimo en cualquier conflicto bélico", afirmaron.

El secretario de Defensa, acompañado del jefe de Estado Mayor, el general Richard Myers, confirmó que las tropas iraquíes han prendido fuego a "tres o cuatro" pozos en el sur del país, cerca de la frontera con Kuwait, aunque indicó que se trata de obtener más datos.

En este sentido, lanzó un llamamiento a las tropas iraquíes a no obedecer las órdenes de un "régimen moribundo" de destruir los pozos u otros elementos de la infraestructura iraquí o de utilizar armamento químico o biológico.

"Destruir el patrimonio del pueblo iraquí es un crimen de guerra. Quienes ejecuten esas acciones serán parte de ese delito", advirtió, antes de añadir que los autores "serán castigados y juzgados" y pueden "poner en peligro cualquier amnistía" que se pueda ofrecer a las tropas.

Animó a los soldados iraquíes a deponer las armas y no enfrentarse a las tropas de Estados Unidos y el Reino Unido y preguntarse "si prefieren combatir por un régimen moribundo o sobrevivir y cooperar en la reconstrucción de un futuro en libertad".

El secretario de Defensa indicó al comienzo de la conferencia de prensa que no iba a dar información sobre las operaciones militares que se vayan a llevar a cabo en el futuro y subrayó que se realizará un anuncio oficial una vez que haya comenzado la ofensiva a gran escala.

Rumsfeld dijo que "es Sadam Husein quien ha elegido la guerra al rechazar el ultimátum de Bush" y aseguró al pueblo iraquí que "el día de su liberación se roza con la punta de los dedos".

El primer ataque de la llamada "Operación Libertad Iraquí" fue lanzado con misiles de crucero Tomahawk desde buques en el mar Rojo y el Golfo Pérsico, y aviones F-117 capaces de evadir la detección de los radares iraquíes, según indicaron fuentes militares.

Fuentes gubernamentales indicaron que los misiles, al menos una treintena, iban destinados a acabar con la vida de Sadam Husein.

El Tomahawk, misil de crucero que ya fue usado extensamente en la Guerra del Golfo de 1991, tiene una carga explosiva de 450 kilos y un alcance de 1.609 kilómetros, y el Pentágono asegura que en los últimos años ha mejorado su sistema de guiado por satélite.
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