Las autoridades de Nueva Zelanda dieron su autorización para que la empresa Wisk realice el primer vuelo de pruebas de su taxi volador llamado Cona.
Se trata de un vehículo aéreo de despegue vertical con capacidad para dos personas y que es totalmente eléctrico y autónomo, por lo que no requiere de un piloto humano.
De esta manera los encargados del proyecto podrán probar por primera vez y en condiciones reales de vuelo este futurista vehículo que, por el momento, debe ser certificado por la autoridad de Aviación Civil local.
Wick es una empresa que nace a partir de una sociedad entre el gigante de la aeronáutica Boeing y Kitty Hawk, una empresa creada en 2016 por el cofundador de Google, Larry Page, para desarrollar nuevas soluciones de movilidad.
Precisamente esta última firma es la que creó de forma secreta el Cona durante 2016. Tan solo dos años después se conocería de su existencia luego que suscribieran un acuerdo con Air New Zealand.
En dicho pacto, la firma de Larry Page se compromete a desarrollar para la línea aérea un taxi volador que pudiese ser ocupado en ese país.
Bajo ese escenario la empresa Kitty Hawk entiende que necesitaba de un socio fuerte para avanzar más rápido en el desarrollo de un taxi aéreo por lo que inicia sus acercamientos con Boeing, gigante que a esa altura también impulsaba investigaciones en torno a los vehículos de elevación vertical.
Tras llegar a acuerdo, ambas empresas dan origen a la filial Wisk que asume el proyecto del Cona y que ahora está autorizada para realizar su vuelo de prueba en la localidad de Canterbury en la isla sur de Nueva Zelanda.