El Departamento de Justicia de Estados Unidos decidió cerrar una investigación antimonopolio que mantenía en contra de los fabricantes automovilísticos Ford, Volkswagen, Honda y BMW en el marco de un acuerdo que alcanzaron las empresas con California para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en sus vehículos.
Las compañías sellaron el acuerdo el año pasado ignorando la postura del Gobierno de Donald Trump que buscaba “relajar” los estándares de emisiones en el gigante norteamericano con el objetivo de levantar la economía.
Cuando Donald Trump llegó al poder dejó de endurecer las normas adoptadas al final del mandato de Barack Obama, pero California, que desde hace décadas tiene autonomía en la materia, anunció su intención de legislar su propia normativa. En ese contexto los fabricantes se unieron a las autoridades del estado para mantener normas estrictas.
Tras la resolución del término de la investigación, el gobernador de California, Gavin Newsom, indicó que “estos cargos inventados siempre fueron una farsa: un intento descarado de la administración Trump de evitar que más fabricantes de automóviles se unan a California y acepten normas de emisiones más estrictas".
"Esta es una gran pérdida para el Presidente y su armamento de las agencias federales, y una victoria para cualquiera que se preocupe por el estado de derecho y el aire limpio", añadió.