Hace unos días el jefe de diseño de Renault, Laurens van den Acker, encendió las alarmas en la industria automotriz al referirse al futuro del popular modelo Mégane, un compacto francés que fue lanzado el año 1995 y que desde entonces se ha extendido a varios países del mundo incluido Chile.
"Inevitablemente, tan pronto como comencemos a agregar una gama de vehículos eléctricos a nuestro catálogo, otros modelos tendrán que irse porque simplemente no podemos desarrollar todos al mismo tiempo. El Mégane está en un mercado continuamente bajo presión, hay que apostar por el futuro del mercado", dijo el ejecutivo a AutoExpress.
Esos dichos llevaron a la prensa especializada a especular que el futuro del vehículo estaba prácticamente sentenciado debido al arribo de las nuevas tecnologías en la industria.
Sin embargo, Ali Kassai, director de Productos de Renault, entregó tranquilidad a los fanáticos del modelo asegurando que "no hemos invertido en una nueva arquitectura electrónica en la plataforma CMF C/D para detenerla".
Kassai hizo referencia a los gastos que ha hecho la compañía para dotar al vehículo de sistemas de asistencia al conductor y de algunas funciones autónomas, deslizando la posibilidad que el coche sorprenda con una nueva generación.
De hecho, el medio europeo Motor.es afirmó que el proyecto de una nueva generación del Mégane ya tiene un código interno de desarrollo, confirmando que el vehículo seguirá vigente durante los próximos años.