A poco menos de un año de su trágica muerte, la piloto profesional y presentadora de televisión Jessi Combs fue reconocida por el libro de los Récord Guinness como la mujer más rápida sobre la Tierra al validar los registros que logró en las pruebas que finalmente terminaron costándole la vida.
La deportista, de 39 años de edad, murió en agosto del año pasado cuando intentaba alcanzar un nuevo récord mundial de velocidad para una mujer y que hasta ese entonces estaba en manos de Kitty O’Neil con un registro de 512,71 mph, es decir, 825 km/h.
Hasta antes del accidente, Combs logró realizar dos vueltas arriba de su auto-cohete llamado “North American Eagle Supersonic Speed Challenger”, llegando a los 829 km/h en la primera oportunidad y a los 882 km/h, lo que promedió una velocidad de aproximadamente 855 km/h.
Así, con esos datos el libro de los Récord Guinness finalmente concedió la proeza póstuma a la estadounidense que buscó durante años la hazaña.
En una declaración después de su muerte, la familia de la piloto señaló que “el sueño más notable de Jessi era convertirse en la mujer más rápida de la Tierra, un sueño que había estado persiguiendo desde 2012”.
“Combs era una de las raras soñadoras con el valor de convertir esas posibilidades en realidad, y dejó esta tierra conduciendo más rápido que cualquier otra mujer en la historia”, agregaron.
Cabe destacar que Combs murió debido a un traumatismo contundente en la cabeza, lo que ocurrió segundos antes que el vehículo fuera envuelto en llamas tras el incidente.