El Estudio de Calidad Inicial 2024 de J.D. Power reveló que los vehículos eléctricos y los híbridos enchufables (PHEV) presentan más problemas de calidad en comparación con sus competidores de combustión interna e híbridos convencionales. Sin embargo, los datos sugieren que estos problemas no están relacionados con la fiabilidad fundamental de los motores eléctricos o las baterías, sino con la incorporación de nuevas tecnologías.
El informe muestra que los vehículos de combustión interna reportan 180 problemas por cada 100 vehículos (PP100), mientras que los eléctricos tienen 266 PP100, cifra que no marca mejoras con relación a estudios anteriores, aún cuando ahora los problemas detectados están asociados con las tecnologías avanzadas implementadas en estos vehículos.
Frank Hanley, director senior de evaluación comparativa de automóviles en J.D. Power, afirmó que "no es de extrañar que la introducción de nuevas tecnologías ha supuesto un reto para los fabricantes a la hora de mantener la calidad de los vehículos". Sin embargo, mencionó que la industria está haciendo avances en áreas como el reconocimiento de voz y las cámaras de estacionamiento.
Áreas con Más Problemas
Las categorías con más problemas fueron las de infoentretenimiento y las relacionadas con funciones, controles y pantallas, con los vehículos eléctricos presentando un 30% más de problemas en esta última categoría en relación a las unidades convencionales.
Según el estudio, recogido por Motor1.com, la tendencia a reducir botones físicos y depender de pantallas táctiles ha contribuido a estos problemas, siendo Tesla uno de los mayores responsables debido a su enfoque en controles táctiles y botones montados en el volante.
Desempeño por marcas
Chevrolet y Ram lideran el ranking de calidad, en gran parte debido a sus vehículos más sencillos y con tecnología menos avanzada. En contraste, Rivian, Tesla y Polestar se encuentran entre los últimos lugares, reflejando las dificultades asociadas con la tecnología más avanzada.
Sorprendentemente, Dodge ocupa el último lugar a pesar de utilizar componentes similares a los de Ram, destacando cómo las diferentes bases de clientes y procesos de control de calidad pueden influir en los resultados.
Los datos del estudio no indican que los vehículos eléctricos sean inherentemente poco fiables, sino que tienen tecnologías más avanzadas que tienden a presentar más problemas y que esto es un reflejo de la curva de aprendizaje tanto para fabricantes como para consumidores en el uso de nuevas tecnologías.
Para aquellos familiarizados con las aplicaciones y sistemas de infoentretenimiento modernos, estos problemas pueden ser menores. Sin embargo, el estudio subraya la necesidad de una continua mejora y adaptación en la industria automotriz a medida que avanza hacia un futuro más tecnológico.
