SANTIAGO.- Esta ha sido una de las semanas más difíciles para Jorge Sampaoli desde que asumió la banca de la selección chilena.
Cambios posicionales en la cancha pasando por alto las instrucciones del DT, petición de retornar al sistema de juego del Mundial y el perdonazo a Vidal reflejan su perdida de liderazgo en el camarín de la "Roja", según señala El Mercurio.
En el empate con México, Sampaoli alineó a Eduardo Vargas como volante izquierdo, en una nueva fórmula táctica, un 3-6-1 que apuntaba a privilegiar la posesión del balón por sobre el vértigo.
El delantero renquino estuvo incómodo gran parte del primer tiempo, y tras el 2-1 parcial azteca cambió posición con Alexis Sánchez. "Turboman" se fue al ataque, y "Maravilla" bajó a volantear. La decisión de los jugadores tuvo como resultado el gol del empate de Vargas.
El cambio posicional fue sin la autorización del DT. Tampoco se tomaron en cuenta las instrucciones del ayudante Sebastián Beccacece. A Sampaoli se le consultó tras el partido si él había ordenado el cambio. Y admitió: "El enroque no fue táctico. Fue natural".
Los jugadores no se han adaptado al nuevo sistema que pretende imponer Sampaoli. Tras el empate con México, el plantel le pidió al coach argentino volver al esquema 4-3-3, así como también al estilo vertical y de ataque mostrado en el Mundial. "El equipo se vio mejor, se acomodó mejor al rival con línea de cuatro en los dos partidos", reconoció ayer Sampaoli.
Fuera de la cancha, la voz de los jugadores obligó al DT a mantener a Arturo Vidal en la concentración, pese al escándalo que el "Rey" protagonizó la noche del martes. "Es muy difícil lo que le pasó a Arturo. Lo mínimo que podemos hacer es bancarlo. Todo el grupo lo banca a muerte", advirtió ayer Alexis Sánchez, líder de un plantel ultra-empoderado.