Marcos López ahora y antes de bajar de peso para correr el Dakar.
Martín Gutiérrez, Emol/Archivo personal
PISCO.- Correr en el Rally Dakar requiere de una intensa preparación previa con el objetivo de enfrentar los inhóspitos y largos trayectos de la mejor manera posible.
Pero en la actual edición, hay un piloto que tuvo que exigirse aún más. Hace 18 meses, el argentino Marcos López sufría de una clara y preocupante obesidad. Por esos días, cuando se subía a la báscula su cuerpo marcaba 187 kilos.
Un evidente sobrepeso que podía derrotar a cualquiera, pero no a él. En su cabeza daba vueltas una cosa: Competir en la prueba más dura del planeta.
Parecía una misión titánica, pero este cordobés nunca bajó las brazos y se puso a trabajar arduamente para hacer su sueño realidad.
Lo primero que hizo fue someterse a una operación para reducir su peso corporal. La intervención resultó todo un éxito, pero después venía lo más difícil: Sesiones de intensos ejercicios, equilibrar su dieta y frecuentemente asistir a controles con su médico.
"Tuve que hacer una preparación exigente con ejercicios diarios y prácticamente sin dar tiempo a descansos. Fue duro, pero aquí estoy disfrutando de mi gran premio que es disputar el Dakar", confiesa en diálogo con Emol el competidor de 1,85 de altura.
Un año y medio después, el oriundo de Río Cuarto puede decir con orgullo que le ganó la carrera a la obesidad y también a quienes no creían en su plan.
Hoy pesa 107 kilos y forma parte de la extensa legión argentina, la segunda más numerosa de toda la presente edición.
"Me pone muy feliz el hecho de estar acá. Las rutas han sido difíciles, pero aspiro a terminar el Dakar. Quiero llegar a la meta en Córdoba donde seré local", revela con mucha satisfacción.
El trasandino disputa la prueba en la categoría de cuadriciclos, en la que se ubica 28 en la clasificación general. "Espero seguir así, estoy satisfecho con lo realizado", cierra.
Una muestra palpable de que si uno se propone una meta, puede lograrla si se es firme en la convicción y no dejando escapar ningún detalle...