No todo es alegría en la vida de Mertesacker.
Instagram @p_mertesacker
SANTIAGO.- Ser futbolista de élite conlleva innumerables privilegios. Grandes cantidades de dinero, jornadas de trabajo cortas y mucho tiempo libre son algunos de ellos. Sin embargo, también significa una constante prueba mental y física, que no muchos son capaces de soportar.
Ese es el caso del defensor alemán Per Mertesacker, quien en entrevista con el diario Der Spiegel reconoció que ya no disfruta jugando. La presión de los hinchas le está provocando serios problemas de salud.
"Ahora mismo en el Arsenal prefiero estar sentado en el banquillo y más incluso en la grada. Debido a la presión y a las expectativas que tiene la gente vomito antes de los partidos o tengo diarrea. Es como simbólicamente mi cuerpo dijera 'esto es vomitivo'", confesó el germano en diálogo con el citado medio.
El ex compañero de Alexis Sánchez añadió que, por estos mismos problemas, antes de todos los partidos "me entran náuseas". De hecho, "una vez tragué tan fuerte la bilis que los ojos me lloraban", relató.
De todas formas, Mertesacker señaló ser "consciente" de que los futbolistas tienen varias regalías en comparación con el resto de los mortales, pero que "llega un momento en que te das cuenta de que es una carga, física y mental, de que ya no disfrutas sino que simplemente tienes que rendir, incluso estando lesionado".
"He explicado muchas veces que tengo la sospecha de que algunas de las lesiones que he tenido tiene un trasfondo psicológico, que el cuerpo intenta dar paz a la cabeza. Pero nadie lo ha investigado nunca", puntualizó el zaguero "Gunner".
Asimismo, el defensor contó una insólita anécdota sobre su participación en la cita planetaria de Alemania 2006. "En el Mundial en casa me sentí decepcionado por nuestra eliminación en 'semis', claro, pero sobre todo me sentí aliviado. Pensé 'ya está, por fin ha terminado todo'", detalló.
Por último, Mertesacker hizo una fuerte confesión. "Cuando me retire, al fin seré libre... aunque no me arrepiento de haberme hecho futbolista profesional, a pesar de que vomite antes de cada partido y aunque tenga que hacer recuperación 20 veces".