Son horas tensas en el Barcelona. Si ya la temporada venía turbulenta por distintos motivos y con el despido de Ernesto Valverde de por medio,
el cruce entre Lionel Messi y Éric Abidal desató una polémica aún más grande.
"Muchos jugadores no estaban satisfechos ni trabajaban mucho y también había un tema de comunicación interna", lanzó el directivo sobre la salida de Valverde, lo que provocó una rápida y potente respuesta del astro argentino.
"Sinceramente no me gusta hacer estas cosas pero creo que cada uno tiene que ser responsable de sus tareas y hacerse cargo de sus decisiones... Creo que cuando se habla de jugadores, habría que dar nombres porque sino se nos está ensuciando a todos y alimentando cosas que se dicen y no son ciertas", disparó Messi.
El cruce entre dos pesados pesados de la institución causó revuelo en España. "Tsunami", tituló el diario Sport en su portada. "Terremoto", sentenció Mundo Deportivo. "Caos total", escribió Marca.
El conflicto está desatado y la dirigencia así lo asume. El presidente del Barcelona sabe que las palabras de Messi golpearon fuerte y las consecuencias podrían llegar en las próximas horas.
"Un conflicto sin precedentes. Hay un síntoma de malestar profundo que puede derivar en un cisma irreversible si el presidente Bartomeu no ataja pronto la situación", escribe Sport.
De hecho,
los principales medios españoles apuntan a una reunión clave hoy entre Abidal y Bartomeu, donde incluso se podría sentenciar el despido del director deportivo.
La situación estalló a tal punto que hasta se habla de que Messi estaría "harto" y que ante tal crisis interna su futuro podría estar en duda.
"Se teme lo peor... El clima que se vive en el vestuario es irrespirable con reproches entre los jugadores", detalla Marca.
Sport sentencia: "Atención porque Messi está harto y el club, en serio peligro de ruptura interna. De a gestión de este tsunami depende en buena medida el futuro de la entidad en los próximos años".
