En los últimos años, el fútbol chileno se ha ido nutriendo de entrenadores que han venido desde el otro lado de la cordillera: Son varios los técnicos argentinos que están a cargo de los clubes de la Primera División.
Algunos han tenido éxitos y otros han pasado sin pena ni gloria, pero lo cierto es que ya es una tendencia que queda ratificada con lo que ocurre en la tabla del actual Campeonato Nacional.
Disputadas cuatro fechas, los elencos que se ubican en las primeras siete posiciones son dirigidos todos por estrategos trasandinos.
El líder Católica está bajo las órdenes de Ariel Holan y su escolta Universidad de Chile es conducido por Hernán Caputto que pese a que se nacionalizó chileno, es nacido al otro lado de la cordillera. En el tercer puesto, aparece Antofagasta que tiene en la banca al ex jugador de Estudiantes, Juan Manuel Azconzábal.
Audax Italiano, cuarto en la clasificación, está bajo la disciplina del joven Francisco "Paqui" Meneghini y Juan Pablo Vojvoda domina las riendas de La Calera, que es quinto.
Finalmente, aparecen Curicó Unido con Nicolás Larcamón y Everton con Javier Torrente. Recién en el octavo casillero irrumpe un crédito criollo en la banca: Gustavo Huerta está a cargo de Cobresal.
Si se toma en cuentan todos los conjuntos de la tabla de Primera División, la supremacía trasandina en el banco es clara: Son 9 argentinos, 7 chilenos, un paraguayo (Gustavo Florentín en Huachipato) y un uruguayo (Eduardo Acevedo en Universidad de Concepción).
Una estadística preocupante y desalentadora que marca que los adiestradores chilenos están a la baja en nuestro mercado criollo.