Sun Yang es un ídolo en su país.
EFE
Golpe durísimo para el deporte chino. El Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) suspendió por ocho años al nadador Sun Yang, tres veces campeón olímpico y ganador de once títulos mundiales.
El inicio de la historia se remonta al 4 de septiembre de 2018. El deportista regresó a su casa en Hangzhou y se encontró con cuatro agentes de la Federación Internacional de Natación (FINA). Control sorpresa.
Pese a que en primera instancia se negó, terminó aceptando que le sacaran una muestra de sangre. Todo se torció cuando apareció un ex médico de la selección china, Ba Zhen, dos veces suspendido por la propia FINA.
El doctor pidió la documentación correspondiente y, bajo su criterio, había uno o varios agentes que no estaban acreditados. Ante esa situación, la madre de Yang le pidió un martillo al guardia de la casa y el nadador rompió la muestra de sangre que le habían extraído.
Fue un escándalo, pero la FINA decidió no castigarlo debido a un vicio de forma. De hecho, Yang pudo estar el año pasado en el Mundial de Gwangju, Corea del Sur, desatando la molestia de varios otros deportistas. Allí ganó oros en los 200 y en los 400 metros libres.
Sin embargo, la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) no se quedó de brazos cruzados y recurrió la decisión de la FINA ante el TAS, que le dio la peor sanción posible. Si bien podrá mantener sus preseas, a los 28 años su carrera podría estar acabada.
En China calificaron de injusta esta sanción y comentaron que irán a la justicia ordinaria suiza buscando revertir el dictamen.
Yang consiguió tres oros olímpicos en Londres 2012 y Río 2016. Es poseedor, además, de once títulos mundiales, obtenidos entre 2011 y 2019. Ya había sido sancionado tres meses por el uso de un estimulante (trimetazidina) en 2014.
