La pandemia del coronavirus tiene a todo el mundo del deporte en constante alerta. Día a día,
siguen sumándose suspensiones y cancelaciones de distintos eventos y torneos deportivos.
Pese a toda esta preocupación, hay un evento deportivo, quizás el más importante de todo el 2020, que sigue en pie: Los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
La cita en Asia ya inició su tradicional recorrido de la antorcha olímpica desde Grecia y tiene programado su arranque oficial para el próximo viernes 24 de julio.
Y aunque el Comité Olímpico Internacional mantiene su postura de realizarlos en la fecha estipulada, la propagación del Covid-19 por todo el mundo ha ido cambiando el discurso de las autoridades. Hoy la posibilidad de un aplazamiento e incluso cancelamiento es una opción que ha ido tomando forma.
Las millonarias pérdidas en caso de un aplazamiento
¿Cuál sería el perjuicio económico en caso de que no se realicen? En cifras, sería un daño tremendo para las arcas del Comité Olímpico Nacional, ya que la mayoría de sus ingresos provienen de los derechos de televisión.
En 2011, la cadena norteamericana NBC pagó US$ 4.380 millones para quedarse con las transmisiones de los cuatro siguientes ediciones de los JJ.OO. En 2014, este vínculo se renovó previo hasta 2032 previo pago de 7.700 millones de dólares.
Si se llegan a cancelar, el COI dejaría de percibir ganancias cercanas a los 6 mil millones de dólares, mientras que la NBC dejaría de recibir cerca de 1.250 millones (cifra récord) de la divisa norteamericana por contratos de publicidad de Tokio.
Para Tokio también sería un duro golpe, ya que la organización ha invertido 13.400 millones de dólares para llevar a cabo la cita de los cinco anillos. Dejarían de percibir los US$ 900 de patrocinadores locales, además de 800 en términos de venta de tickets.
Números estratosféricos que por el momento mantienen en pie la realización del evento. Pero por cómo ha ido progresando la expansión de la enfermedad, no se puede dar nada por sentado...
