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Ewing, Barkley, Malone...Las grandes estrellas que se quedaron sin títulos en la NBA "por culpa" de Michael Jordan

"Air" tuvo que derribar a grandes rivales para alcanzar sus seis anillos.

12 de Mayo de 2020 | 18:00 | Redactado por Felipe Santibáñez, Emol
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Patrick Ewing, Michael Jordan y Charles Barkley.

Agencias/Emol
A diferencia de otros deportes, en el básquetbol no hay mayor discusión. Michael Jordan es el mejor de todos los tiempos.


Es fácil decirlo, pero para hacerse de ese rótulo el escolta de los Bulls tuvo que enfrentarse a rivales graníticos. Los 90's fueron una época de mucho talento en la NBA y Jordan fue amo y señor, ganando seis anillos de campeón con Chicago. Ese éxito dejó a varias otras estrellas sin ningún título.

Charles Barkley


En las finales de 1993, los Bulls buscaban el tricampeonato ante los Phoenix Suns de un Charles Barkley que metía miedo. El ala pívot había sido escogido Jugador Más Valioso de la temporada regular y en playoffs estaba firmando unos números increíbles: 26,6 puntos y 13,6 rebotes por partido.

El "Gordo" brilló especialmente en el cuarto juego de la serie decisiva con un triple doble: 32 puntos, 12 rebotes y 10 asistencias. Sin embargo, Jordan le robó su noche anotando 55 positivos y la canasta clave para quedarse con el duelo. Finalmente, la escuadra de Phil Jackson se impuso 4-2.

Jordan y Barkley jugando para el Team USA en los Olímpicos de Barcelona (Crédito: NBA)

Por años, Jordan y Barkley fueron grandes amigos, "hermanos" en sus propias palabras. Sin embargo, ahora no se hablan. Al "23" no le gustaron las críticas que hizo el ex Phoenix sobre su manejo como gerente general de los Charlotte Bobcats (hoy Hornets).

"El chico era como un hermano para mí. Y lo siento, siento tristeza. Pero para mí sigue siendo el mejor jugador de baloncesto de la historia. No le deseo nada más que lo mejor. Pero, no hay nada que pueda hacer al respecto, hermano. Él consiguió mi número, él me puede llamar. Ha pasado mucho tiempo, así que supongo que no", comentó "Sir Charles" recientemente.

Shawn Kemp


Tras conseguir el tricampeonato, Jordan anunció su primer retiro para dedicarse al béisbol. Sin embargo, regresó 21 meses después. Era una bestia competitiva y no volvía solo para disfrutar. Quería su trono de vuelta.


Esa campaña, Chicago tuvo un récord histórico de 72 victorias y solo diez derrotas en fase regular. En la final los esperaban los SuperSonics. Pese a ponerse en ventaja de 3-0, el elenco de Seattle logró ganar dos juegos consecutivos liderados por el seis veces All-Star Shawn Kemp y meter presión

El interno le dio dura batalla a Dennis Rodman en la pintura, pero finalmente no alcanzó para dar vuelta la serie. Pese a la derrota, recibió votos para ser el MVP de esa final.

Su compañero Gary Payton, otra leyenda, pudo sumarse a la lista de "frustrados" por Jordan, pero se coronó con el Heat en 2006.

Patrick Ewing


Jordan se cruzó varias veces al mítico centro de Nueva York en la Conferencia Este y la historia casi siempre tuvo el mismo final: "Pat" con rostro de amargura.

Las semifinales de 1992 son especialmente recordadas. Con un gran Ewing, los Knicks forzaron el séptimo juego, pero se estrellaron contra "Air": 42 puntos y más de 50% en tiros de campos.

Ewing y Jordan cara a cara (Crédito: NBA)

Cuando a Ewing le preguntaron si estaba viendo el documental "The Last Dance", que retrata la última campaña de "Mike" con los Bulls, fue contundente: "Estoy harto de que me restrieguen a Jordan en la cara".

Karl Malone y John Stockton


Una dupla formidable en Utah. Stockton asistía como un mago y Malone machacaba el aro sin piedad para ir convirtiéndose en uno de los mejores anotadores de todos los tiempos. Dos veces estuvieron cerca de la gloria y en ambas enfrentaron al mismo rival: Chicago.

En 1997 la serie quedó para los de Phil Jackson (4-2) y en uno de esos partidos Jordan brilló pese a salir al parquet con una fiebre altísima.


Un año después, Utah quería la revancha. Iban 3-1 abajo y jugaban de visita ante un rival que no fallaba en las grandes instancias. Pero, para sorpresa de todos, el gigante tropezó en el United Center. Si el Jazz ganaba los últimos dos partidos, que los jugaba en casa, sería campeón de la NBA.

Dominaron prácticamente todo el sexto encuentro, pero Jordan no dejó que los Bulls se rindieran. Sobre el final, robó un balón y se elevó para lanzar. La imagen de él suspendido en el aire con el público de fondo llevándose las manos a la boca es una de las más icónicas en la historia del deporte.
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