Nadie podría negar que a comienzos de este milenio, Chile tenía un verdadero equipazo en la Copa Davis. Marcelo Ríos, que años atrás había sido 1 del mundo, y emergentes nombres como Fernando González y Nicolás Massú se hacían un espacio en el circuito, y otros que, desde más atrás, remaban con sus armas.
Uno de ellos era Adrián García. El oriundo de Concepción se profesionalizó en 1997 y en su mejor momento, en 2004, llegó a ser el 103 de mundo. Ganó medallas de plata en Juegos Panamericanos, fue parte del título en Dusseldorf 2004 y
además se dio el lujo de ganar 10 Challengers, tres en singles y siete en dobles.
Luego de su retiro en 2011, el nacional emprendió un nuevo rumbo. Seis horas tiene Chile de diferencia con Serbia, pero de igual manera, el nacional se dio un tiempo y atendió el llamado de Emol. Su faceta como coach de un prodigio, la figura de Novak Djokovic y su inolvidable partidazo con Marat Safin en la Davis del 2005.
La vida en Serbia
García (42) vive en Belgrado desde 2013. Acudió luego del llamado de un amigo que hizo en el circuito, el serbio Dusan Vemic, quien fuera segundo entrenador de "Nole" por dos temporadas. El chileno es el coach oficial de los Peric, familia que tiene un centro deportivo con la idea de crear futuros tenistas.
"Los dos mayores se pusieron a trabajar con el papá. Ahora estoy de entrenador de los tres más chicos, que tienen 9, 7 y 5. El de 9 ya ha ganado 10 torneos y el último que ganó era Sub 12, así que juega muy bien. Estoy en eso de lunes a sábado", cuenta.
- ¿Y la vida en Serbia, cómo es?
"Es muy tranquila, muy buena. No hay delincuencia, no hay robos, no existe que te asalten en la calle. Quizá hay otro tipo de cosas que uno no las ve. Uno camina en el centro a las 3 o 4 de la mañana y no te va a pasar nada, en los cafés puedes poner tu billetera y celular afuera y no pasa nada. La gente es súper cariñosa, es como Sudamérica. Las personas son cálidas, siempre preocupado de la familia, juntándose a asados. No es como el resto de Europa, que son más fríos".
García con su prometida Mila Petrovic y su hija Vida García Petrovic.
La mente de García está puesta en Igor, el muchacho prodigio de 9 años al que entrena. Los torneos que ha ganado tienen a los Peric entusiasmados. Pese a la corta edad del niño, la apuesta de la familia -encabezada por el padre Igor y la madre Gordana- es que llegue al circuito. Y con Adrián.
"Es la meta con mi jefe acá. Él montó todo esto para ellos, un tema familiar, y todo gira en torno al tenis. Él quiere que todos sean profesionales, y el niño va en muy buen camino. En el torneo Sub 12 que ganó había muy buen nivel. Él tiene 9 años. Se ve buena proyección, mi idea es ser su coach, viajar con él y todo eso. Es la idea que tenemos".
Dentro de una sana rivalidad, hay un niño, apadrinado por Djokovic, que se llama Mihailo Topic. Ha sido nombrado el futuro de Serbia e incluso ha entrenado con el mismo "Nole". García lo conoce: "Va a entrenar a veces donde estamos nosotros. Conozco muy bien a él y a su familia, van en un nivel parecido. Mihailo es un año y medio más grande que Igor, van a la par. Ahí se van motivando entre ellos".
- ¿Y de qué forma se trata la figura de Djokovic en Serbia? ¿Es como acá en Chile con el "Chino"?
"Es un poco más, porque es un ídolo realmente nacional, un orgullo. Acá los serbios son muy nacionalistas, entonces él es como un embajador de Serbia en el mundo. Se involucra mucho también en temas políticos, de opinar con respecto a Kosovo, entonces es un grande en todo sentido. Y aparte uno de los más grandes de la historia. Yo creo que si sigue así va a pasar a Federer, imagínate, de un país tan chico como Serbia. Es un Dios acá".
Y Djokovic no es algo ajeno para García. Ha compartido con él e incluso lo enfrentó en el Challenger 2005, en San Remo, duelo que perdió por 6-1, 4-2 y retiro.
Lo conoce. De hecho, al centro de entrenamiento en donde él trabaja, llegó una vez a practicar, al igual que Janko Tipsarevic y Victor Troicki, dos históricos también del equipo serbio de la Davis. "Son súper buena onda", dice.
- ¿Cómo recuerdas ese duelo con Djokovic?
"Yo no sabía quién era. Vemic después me dijo que perdí contra la esperanza serbia y ahí me di cuenta quién era. Yo sentía que podía jugar, pero no podía ganar los puntos, así de sencillo. Siempre me traía una más, contraatacaba. Esa es la forma que juega, no puedes ganarle un punto. No es que te mate a palos, o terminas errando, o te contraataca. No te falla ninguna. Él tenía 17 o 18".
Su carrera y el partidazo con Safin
La historia de García es una de esfuerzo. Desde Concepción a Santiago, reconoce haber comenzado tarde. Según él, le faltó rodaje para hacerlo mejor. Sin embargo, es un agradecido. En especial de Jaime Fillol.
"Sin su apoyo no habría podido llegar donde llegué, estuve 10 años viviendo en la casa de ellos. Era un hijo más de la familia", cuenta. Incluso recuerda que estuvo presente en los primeros pasos de Nicolás Jarry, cuando tenía apenas un año.
- ¿Qué es lo que más valoras de tu carrera? Compartiste con jugadores como Ríos, Massú, González...
"Estoy muy contento con lo que hice en mi carrera, quizá podría haberlo hecho un poco mejor, no empecé tan temprano como el resto. Muy agradecido, con suerte de estar en esta época dorada del tenis, más que Ríos, González, Massú, la época del tenis es la mejor que ha habido. Estoy muy contento de haber pertenecido a ella, de haber jugado con monstruos, Federer, Djokovic, estar en los mismos torneos que ellos".
Adrián García, Fernando González, Nicolás Massú y Paul Capdeville.
Con Federer cayó en tres sets en la Sunshine Cup, torneo en juniors. García tenía 18 y el suizo 15. "Después supimos quién era él", recuerda entre risas.
Pero lo que, quizá, más rememoran los seguidores del tenis nacional, es su partido con Marat Safin en la Davis en 2005. Lo tuvo contra las cuerdas. Le ganó el segundo set, pero perdió en 4 parciales. Incluso el mismo ruso aseguró que jamás esperó el nivel mostrado por el chileno. "Si hubiera estado un poco más fino, un poco más calmo, quizá podía haber llegado a un quinto set o alguna sorpresa". En ese momento, Safin era 4 del mundo y era el flamante campeón de Australia.
Eso le dejó una sensación agridulce. Tenía una nula experiencia en carpeta, superficie que albergó aquella serie. Eso le hizo creer que pudo haber llegado más lejos en el ranking. Sin embargo, agradece la parte que sí fue dulce y pudo saborear. El nivel que pudo mostrar fue completo.
Pena también siente cuando recuerda los Juegos Panamericanos, donde tuvo dos matchs points para llevarse el oro en singles en 2007. Pero no pudo. De igual forma, en su palmarés brillan intensamente tres medallas de plata, una en individuales (2007) y dos en dobles (2003 y 2007).
Garin y Jarry
García conoce muy bien a Jarry. El vivir con los Fillol por 10 años hizo que viera en él un potencial enorme. Pero de Garin también dice algo similar. Cree que no tienen techo.
"Los dos no tienen límite. Fácilmente podrían estar top 10. A Nico le falta un poco más de regularidad, pero tiene techo ilimitado. Garin también. Ojalá que cuando esto se reanude vuelvan a mostrar el nivel que tenían".
Por ahora, García no tiene intenciones de volver a Chile. Pese a que aún le cuesta el idioma, su vida hace siete años está en Belgrado y no la dejará. Menos ahora, que está comprometido para casarse este año. Todavía no tiene fecha, ya que el coronavirus aplazó los trámites, pero confía en que pronto pueda ponerse los anillos. Tiene una hija de año y medio y un proyecto a largo plazo con Igor que quiere respetar. Serbia ya es su segunda casa y Belgrado su Concepción.
Así entrena Igor con García
