Damaris Abarca y Cristóbal Henríquez.
Agencias/Emol
El coronavirus ha azotado al mundo del deporte. Grandes eventos han sido suspendidos y la nebulosa del futuro impide trazar grandes planes. Sin embargo, hubo una disciplina que por sus características ha seguido activa: el ajedrez.
El calendario de Damaris Abarca, tetracampeona nacional y presidenta de la Federación, quedó hecho añicos. Cuenta con resignación que este año iba a viajar a las Olimpiadas de Rusia y que Chile iba a organizar por primera vez un Continental, que entrega dos cupos al ciclo de campeonatos mundiales.
"Deberíamos estar en la premiación, pero como Federación nos hemos mantenido súper activos. Al principio estábamos tratando de adecuarnos, todo fue muy rápido. Ahora todos los jueves hacemos eventos online. Esto es parte de un evento de la Federación Internacional de Ajedrez que se llama 'Jaque Mate al coronavirus'", le dice a Emol.
La deportista explica que en los torneos online se puede jugar contra rivales de todo el mundo e incluso tomándose un café al lado. Ese es el lado positivo. Lo más complejo es asegurarse de que nadie esté haciendo trampa.
"Es muy fácil acceder a módulos de análisis con el computador, entonces hay que prever eso. En este ciclo, se pretende que se juegue una final en la que los diez puntajes más altos tendrán que jugar con medidas de precaución. Es decir, con cámaras encendidas y se considerarán dos árbitros. Se tiene que pensar muy bien, para evitar casos que ya han ocurrido a nivel mundial, en los que han tenido que bloquear cuentas", expresa.
Damaris afirma que es una jugadora a la antigua. Le gusta estudiar con el libro y el tablero al lado. El ajedrez online lo usaba para entrenar o por diversión, no de manera competitiva. Algo similar le pasa al Gran Maestro Cristóbal Henríquez. El primer chileno en pasar de ronda en un mundial explica que la principal diferencia es el ritmo relámpago de esta modalidad. Hay menos tiempo para pensar.
"El año pasado había dejado de jugar tanto en internet porque quería priorizar el ajedrez clásico, pero ahora tengo que dedicarme al ajedrez rápido. Hacer tácticas y estudiar de otra manera. Las partidas son más agresivas. Es muy común que predomine el jugador que mueva más rápido el mouse o que tenga ideas rápidas de ataque o un golpe táctico fuerte", comenta.
Cómo han sobrellevado la pandemia
Henríquez relata que dedica diez o doce horas diarias a su deporte: "Me levanto viendo ajedrez y me duermo viendo ajedrez". Extraña, al igual que Damaris, el ambiente de club y tener su rival frente a frente. Pero poco a poco se ha ido acostumbrando.
También hace clases y competirá en el primer Iberoamericano Online. Dice que la vida tampoco le ha cambiado tanto. Su gran pena es no poder ver a su polola. Ella es mexicana. Se conocieron por el ajedrez y tratan de hacer coincidir los viajes para verse lo más posible durante el año. Se suponía que en marzo se iban a juntar, pero el auge del covid-19 lo impidió. La aerolínea le cambiaba una y otra vez la fecha del pasaje a Henríquez.
"La distancia es compleja. Nunca antes habíamos estado tantos meses sin vernos. Conversamos todos los días, vemos series, es mantener el contacto. Si todo sale bien, viajaría el dos de julio, pero no sé qué es lo que va a pasar", expresa.
Son tiempos convulsos. Día a día se bate el récord de fallecidos y aumenta la ansiedad. Damaris está encerrada junto a su hijo de dos años que está empezando a caminar. Como no pueden ir al parque, juegan ajedrez. El niño ya sabe colocar las piezas y cómo mover los peones.
"Es muy importante digerir lo que está sucediendo, en el ahora, en cómo me estoy sintiendo, con todos estos procesos de angustia que son naturales. En ese contexto, el ajedrez viene de perilla. Te mantiene la mente despierta. Si bien es importante mantenerse informados, es bueno concentrarse en otra cosa. Hay que ejercitar la mente y el cuerpo", cierra.
