Celebran los "reds" y sufren los "ciudadanos".
Emol/Agencias
Era prácticamente un hecho, pero este jueves ya se confirmó: El Liverpool es el nuevo campeón de la Premier League. Y lo consiguió con bastante anticipación.
A falta de siete fechas para el final del torneo, el equipo de Jürgen Klopp logró el título tras la derrota de 2-1 del Manchester City ante el Chelsea. Le sacó 23 puntos de ventaja.
El cuadro de Pep Guardiola, que no tuvo a Claudio Bravo ni en la banca, estaba obligado a ganar como visitante, pero no sacó adelante la tarea y permitió la consagración anticipada del
Liverpool, que levanta la copa después de 30 años y por primera vez en la era Premier.
Clave en la derrota fueron dos jugadas. Primero un grosero error defensivo que terminó en el primer gol del Chelsea y luego una tremenda mano que terminó en penal y en el 2-1.
El golazo de Kevin de Bruyne, que había significado el empate parcial, quedó para el recuerdo.
El grosero error para el 1-0 del Chelsea
La tremenda mano que acabó en penal y en el 2-1
El golazo de De Bruyne