El Inter quería olvidar el insólito empate 3-3 ante el Sassuolo en la fecha pasada del Calcio y visitaba al Parma.
Y el partido fue increíble.
Los lombardos lo dieron vuelta sobre el final para ganarlo por 2-1 en un duelo en el que Alexis Sánchez entró y lo hizo de muy buena manera.
El chileno ingresó a los 68' en reemplazo de Christian Eriksen, junto a Victor Moses y Ashley Young, y le cambiaron la cara al equipo. Sánchez se estacionó como enganche y aportó personalidad, desequilibrio, probó al arco con tremendo remate de afuera del área y contagió con su característica energía y movilidad.
Se mostró escurridizo y sus compañeros parecieron haberse infectado de sus ganas. Así, lograron revertir el resultado que era adverso por el gol de Gervinho a los 15'.
A los 83' Stefan De Vrij marcó el empate tras pivoteo de Lautaro Martínez y cuatro minutos después, Alessandro Bastoni -quien también entró- conectó manera letal en área chica un gran centro de Moses.
Los jugadores del Parma, que hicieron el desgaste por todo el partido, no lo podían creer. Pitazo final y los dirigidos por Antonio Conte suman importantes tres puntos para llegar a 61 y seguir terceros.