El Barcelona de Arturo Vidal no se puede permitir más fallos en su lucha por el título con el Real Madrid. Este miércoles recibía a un Espanyol que estaba obligado a ganar para no irse al descenso.
Sin jugar bien, el local lo ganó 1-0.
El chileno venía de ser titular en los últimos cinco duelos, pero esta vez la política de rotaciones de Quique Setién lo mandó al banco. Ingresó en el segundo tiempo. Se ubicó por detrás de los delanteros e intentó ir de área a área. No entró tanto en juego, aunque la mayoría de las veces resolvió bien y buscando a Lionel Messi.
Los culés se adueñaron de la pelota desde el inicio, pero una y otra vez se estrellaron contra el bloque defensivo del cuadro perico. No había movimientos ni cambios de velocidad para generar sorpresa. Un tiro libre de Messi que se fue por arriba terminó siendo lo más claro del local en la primera mitad, mientras que el Espanyol tuvo dos clarísimas a la contra. Ter Stegen y el palo evitaron el gol.
La segunda mitad arrancó mal para los dos. En menos de dos minutos fueron expulsados el recién ingresado Ansu Fati y Pol Lozano. En medio de toda esa confusión, Suárez aportó claridad. Tras una gran combinación entre Antoine Griezmann y Messi, el "Pistolero" remató en área chica a los 56'.
El Espanyol, con sus limitados recursos, quiso apurar el trámite del encuentro ante un Barça que no podía sellar la victoria. En los 71'entró Vidal por Antoine Griezmann.
Una atajada de Ter Stegen y un crucial despeje de Gerard Piqué en la línea evitaron la igualdad de la visita en el Camp Nou. Sobre el final se reclamó una supuesta mano del "Rey" en el área, pero el árbitro lo desestimó.
Ganó el Barcelona y completa 76 puntos, uno menos que el Madrid, aunque el merengue todavía debe jugar su partido de esta fecha. El histórico Espanyol donde brillara Carlos Caszely, en cambio, perdió la categoría.
