Es el verano de 1998 en los Alpes suizos. En la localidad se Gstaad se va a disputar un torneo de tenis en el que hará su debut en el circuito ATP el joven Roger Federer. Su rival sería el argentino Lucas Arnold-Ker, 88° del ranking por ese entonces.
"Enfrentarme a un suizo no me generaba mucho problema, en ese momento no había gran historia y tradición del tenis en este país y enfrentarme a un junior local no me preocupaba mucho", recordó el rival de "Su Majestad" en el sitio de la ATP.
El trasandino entró como lucky looser en el cuadro final de Gstaad. Si bien el encuentro fue parejo, encontró la forma de hacer daño.
"Enseguida vi que ese joven tenía buen saque, golpeaba muy bien con el drive, pero con el revés tenía muchísimos problemas. Me dediqué durante todo el partido a cargar el juego sobre esa zona de la cancha", explicó.
"Me lo recuerdan bastante de que le gané… pero no muchos saben que fue su primer partido ATP Tour. Después de que pasaron 20 años me lo han mencionado bastante ese partido: hoy lo recuerdo como una linda memoria. Nunca pensé ni me imaginé que Federer iba a ser uno de los mejores del mundo y de la historia, la verdad que no", agregó.
El helvético tampoco olvida ese duelo. En principio, iba a enfrentar a Tommy Haas en el court principal, pero el alemán sintió problemas estomacales y se tuvo que retirar.
"En todo caso hubo gran ambiente, al haber ganado Wimbledon Junior, mucha gente vino a verme. Fue una buena experiencia jugar con tanta atención mediática. Recuerdo bien el partido, creo que jugué bien pero Lucas tenía mucha experiencia y me cargó el juego por el revés. Yo venía de competir en hierba y me fue difícil aclimatarme al cambio de superficie", comentó.
