Anelka no logró acostumbrarse al poderoso elenco español.
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Nicolas Anelka fue un goleador de éxito, especialmente en Inglaterra, pero muy controvertido. Ya retirado, el ex seleccionado francés ha repasado su carrera y sorprendió con unas declaraciones sobre su paso por el Real Madrid.
Anelka llegó al elenco merengue en 1999 luego de brillar con el Arsenal en la Premier League. Los blancos pagaron 24,5 millones de euros por él. El día que llegó a España fue duro.
"Después de la rueda de prensa, fui al vestuario. Llegué primero, me senté, pero los jugadores se acercaban y me decían: 'Ese es mi sitio'. Yo decía: 'Oh, lo siento, ¿puedo sentarme aquí?'. Y aparecía otro jugador diciendo: 'Ese es mi sitio'", comentó en su documental "Anelka: incomprendido", que acaba de estrenarse en Netflix.
"Sucedió tal vez 20 veces. Solo pensé: '¿Qué estoy haciendo aquí? Esto va a ser hostil'. Lo que experimenté ese día fue solo el comienzo de la pesadilla", agregó.
El exitismo que hay en el Madrid y el constante seguimiento de la prensa fueron demasiado para el delantero. No lograba acostumbrarse.
"Había tanta presión... Estaba en la prensa todos los días. No podía tener una vida privada. No podía hacer nada (...) Tienes 20 años, no puedes caminar por la calle. Todo lo que haces se comenta, todo lo que compras está en los periódicos al día siguiente", expresó.
Poco a poco Anelka comenzó a rendir. Anotó su primer gol y luego convirtió en el clásico contra el Barcelona. Sin embargo, volvió a bajar al nivel y lo mandaron al banco. Se negó a entrenar, fue sancionado y sus compañeros le hicieron la cruz.
"Un día llegué al entrenamiento y dije: 'Tenemos que hablar'. Dijeron: 'Hablaremos después del entrenamiento'. Y yo dije: 'No, antes'. Volver al entrenamiento fue realmente difícil porque los jugadores estaban en mi contra", apuntó.
Con el paso del tiempo, confesó que se arrepiente: "Ayudé al Madrid a ganar su octavo título de la Liga de Campeones. Estoy orgulloso de eso. No hice mucho. Hice muy poco en el Real Madrid. Me hubiera gustado hacer mucho más pero no tuve la oportunidad. (...) En retrospectiva, si quieres jugar para el Real Madrid, es necesario hacer sacrificios, pero yo era demasiado joven para entenderlo. Hay cosas que no debería haber dicho o hecho. Fue muy pronto en
