Se acabó el sueño de la anhelada Champions para el Atlético de Madrid. El "colchonero" cayó en cuartos ante el RB Leipzig con un gol sobre la hora. El rostro compungido de Diego Simeone resumía la frustración española. El técnico, que en la previa había dicho que "ganar es lo único que hay", hizo un sincero comentario en la rueda de prensa.
"Hicimos todo lo posible. Los futbolistas se entregaron de la mejor manera que pudieron. No teníamos más. Ninguna excusa", afirmó el "Cholo".
Las críticas de la prensa hispana fueron muy duras y se centraron en el entrenador argentino. El diario Marca tituló: "La racanería se paga".
"Se acabó el Barça de Cruyff, se acabó el Milan de Sacchi, se acabó el United de Ferguson, se acabó el Real Madrid de Del Bosque... y ahora parece que se acaba el Atlético del Cholo. El partido ante el Leipzig ha sido fiel reflejo de una temporada para olvidar. El Atlético ha perdido su espíritu. Hace muchos meses que no juega a nada. Creo que es el momento de cambiar al capitán del barco", expresó el citado medio en una de sus columnas.
"Su obsesión por la Champions multiplica su ya por sí elevadísima intensidad cuando la orejona se atisba en el horizonte. Lo del Leipzig pasa a formar parte de la galería de horrores del cholismo. Un palo que no se olvidará", agregó.
El Atlético se defendía muy cerca de su área y trataba de contragolpear, pero la dinámica y el toque de los germanos lo sobrepasaba.
"El soplo de aire fresco que representan Julian Nagelsmann y su Leipzig se llevó por delante al Atlético, que solo tuvo capacidad de respuesta ante el revolucionario y modernista juego de los alemanes cuando João Félix entró en acción. Antes, el de Simeone fue un equipo muy superado táctica, física y técnicamente por la gran revelación del torneo", expresó El País.
Simeone lleva tres campañas sin poder superar los cuartos de final de la Liga de Campeones.A algunos creen que al argentino se le comienzan a acabar las respuestas.
"Nagelsmann ya le dio una lección de modernidad a Mourinho en octavos de final y en el José Alvalade se plantó con ese fútbol eléctrico e intenso, lleno de vatios, tan propio de la Bundesliga que durante minutos y minutos fue indescifrable para Simeone", apuntó La Vanguardia.