Octubre de 2019 y Martina Timis soñaba con hacer historia en la Copa del Mundo de BMX en Argentina. Sin embargo, ese anhelo se derrumbaba de golpe. Un grave accidente cambiaba su vida para siempre: Una fractura de vértebras con daño medular la dejaba tetrapléjica.
Han pasado más de 10 meses desde aquel terrible momento y hoy la joven de 19 años vive sus días en Quilpué, tranquila y rodeada de su familia. Ella mantiene su sonrisa ante las adversidades y prefiere no hablar del diagnóstico que dice que no volvería a caminar.
"Siempre he estado tranquila. El apoyo familiar ha sido mi terapia más importante, siempre han estado conmigo. Tengo la suerte de tener esta familia que me ha apoyado en todo, eso ha sido fundamental", cuenta en diálogo con Emol.
Para Martina el accidente que cambió su vida ya quedó atrás, aunque recuerda muy bien todo lo que pasó en Argentina.
"Lo recuerdo todo, siempre estuve consciente. Me acuerdo que quería pasar a cuartos de final, estaba muy ansiosa. Cuando empezó la carrera estaba más preocupada de avanzar rápido que de ir al salto y en ese momento fue cuando me fui hacia atrás y caí con mucha fuerza", rememora.
Y su relato sigue: "No me preocupé de saltar bien, sólo de avanzar. Cuando caí no sentí dolor, pero me di cuenta de inmediato que no podía mover nada del cuerpo, estaba en shock y sólo podía mover los ojos. Ahí me sacaron, me llevaron al hospital y me operaron altiro. Estuve dos semanas ahí y luego me vine a Chile, donde me operaron de nuevo".
Una nueva vida
Los primeros meses de su rehabilitación los pasó en la capital, donde comenzó a recuperar la movilidad y le enseñaron a usar la silla de ruedas. Fueron casi tres meses de sesiones diarias para luego partir a Quilpué.
Martina durante parte de su rehabilitación hace un tiempo.
En su hogar hubo que hacer cambios y ajustar algunas cosas de infraestructura para facilitar su día a día. Para otras, la familia se ha convertido en algo fundamental.
"La casa la tuvimos que adaptar. Primero fue el baño cambiando la ducha, luego cambiamos el piso donde había alfombras y ahora sumamos unas paralelas para poder pararme. También pusimos unas espalderas en el gimnasio", sostiene.
"Además, aquí todas las piezas están en el segundo piso, incluida la mía, por eso mis hermanos me llevan a caballito para subir y bajar. Entre todos me ayudan, lo mismo cuando hago ejercicios, siempre estoy acompañada", agrega.
"He llevado muy bien el proceso, hay bajones, pero lo normal"
Martina Timis
Antes de la cuarentena en su zona,
Martina iba a terapias de rehabilitación en Viña del Mar y se sometía a una cámara hiperbárica en Quillota. Ambos procesos hoy están detenidos.
"Iba todos los días, pero ahora no se puede. Mientras sigo haciendo mis ejercicios en casa, me paro, elongo, fortalezco músculos, eso sigue igual", dice.
Precisamente la pandemia le ha servido para disfrutar de su familia y ratificar la importancia del círculo que la rodea a diario. "La verdad es que lo he pasado muy bien. He seguido entrenando y me entretengo con mis hermanos. Vemos películas, hacemos distintas cosas y disfrutamos el día".
Lejos de la pista y sus proyectos
Dentro de las cosas positivas que rescata de la pandemia, la joven chilena cuenta que le ha servido para no extrañar tanto su gran pasión y sentir con menos fuerza el estar fuera de las pistas.
"He llevado súper bien este proceso. De repente hay bajones, pero normal. El hecho de estar en la pandemia me ha ayudado porque siento que no me he perdido mucho porque no hay carreras. Lo he pasado tranquila, ya había tenido accidentes y había estado en rehabilitación, aunque nunca tanto tiempo", señala.
Su objetivo es seguir ligada al ciclismo, aunque desde otra vereda. Ya sea acompañando a su hermano o aportando desde el conocimiento y los estudios.
"Empecé un curso de psicología deportiva hace unos días, dura ocho meses, quiero conocer de la carrera y después estudiar eso. Me gustaría enseñar como entrenadora o ayudar en la psicología de los deportistas", reflexiona.
Y va más allá. "Siempre me ha gustado mucho viajar, mi objetivo es viajar harto, ir a ver las carreras, acompañar a mi hermano que compite. Quiero estar allí viendo lo que me gusta". También quiere estudiar inglés.
Martina Timis, la chilena a la que un grave accidente le cambió la vida, pero que le sigue sonriendo y anhela cumplir todos los proyectos que tiene. Nada ni nadie arruinará sus sueños.
