Este domingo se verá si el PSG por fin podrá coronarse en la Champions o si el Bayern Munich engrosa aún más su palmarés continental. Será un duelo de contrastes. Los millones del nuevo rico contra la tradición.
El increíble ascenso del PSG y los fracasos que acumuló
Nasser Al-Khelaïfi aterrizaba en 2011 en el París Saint Germain. El jeque llegaba a la presidencia con grandes sueños y prometiendo brillar en la Champions.
Y nueve años tuvieron que pasar para se cumpliera su palabra. Ahora
el club francés jugará por primera vez en su historia la final del torneo continental.
Detrás del éxito que hoy lo tiene ad portas de conquistar la "Orejona" hay un gran camino recorrido , el que tiene una millonaria inversión en fichajes y varios fracasos.
En total han sido más de 1500 millones de dólares los que ha gastado Al-Khelaïfi en contrataciones. Los refuerzos más caros han dado los frutos que esperaba.
Neymar y Kylian Mbappé lideran la lista con 222 y 180 millones de dólares respectivamente. Ambos son las grandes estrellas del conjunto parisino.
Después aparecen otros grandes fichajes como Edinson Cavani (64 millones de dólares), Ángel Di María (63) Mauro Icardi (50), David Luiz (50) y Thiago Silva (42).
En el camino hacia su primera final, el PSG supo de varios fracasos. En las pasadas tres ediciones se fue eliminado en octavos y antes de eso había quedado fuera cuatro veces en cuartos de final.
De hecho esta temporada superaron su mejor actuación histórica que databa de la temporada 94-95 cuando llegaron a semifinales.
En la presente edición el PSG ganó cómodamente su grupo, sacándole cinco puntos de ventaja al Real Madrid. Contra los blancos, verdugos en temporadas anteriores, salieron invictos en los dos duelos. Empataron a dos en la capital española y en Francia golearon 3-0.
En octavos se pensó que se podía repetir la maldición. En Alemania, los parisinos cayeron 2-1 ante el Dortmund. Las críticas ya se hacían sentir. Pero en la vuelta lograron pasar con un ajustado 2-0. Hubo polémica. El plantel de Thomas Tuchel celebró imitando el festejo de Erling Braut Haaland, goleador de los aurinegros.
Si el Dortmund le hizo pasar zozobras, el Atalanta lo llevó al límite. Hasta el minuto 90' perdían 0-1, pero Marquinhos puso el empate y tres minutos después Choupo-Moting se convirtió en el inesperado héroe parisino.
Ya en semis mostraron un gran fútbol para vencer 3-0 al RB Leipzig. En la final van contra el más poderoso de los alemanes, un elenco contra el que su técnico Thomas Tuchel tiene varias cuentas pendientes desde su paso por la Bundesliga.
El PSG está a un partido de hacer historia y de cumplir el sueño de Al-Khelaïfi de convertir al club francés en uno de los gigantes de Europa.
La tradición del Bayern
El Bayern es un equipo con pasado y presente. Va por su sexta Champions. La última la ganó en 2013 con la dupla de Frank Ribery y Arjen Robben volando por los costados. Hoy ninguno de los extremos está en el equipo.
Ha sido extraña la temporada del Bayern. Arrancó con Niko Kovac en el banco. El equipo jugaba mal y parecía que hasta su imperial dominio en la Bundesliga se resquebrajaba. A Kovac lo echaron y asumió su asistente Hansi Flick.
El ex futbolista venía de ser ayudante de Joachim Low en la selección germana. La idea era que solo estuviera unas semanas, mientras buscaban un nombre con mayor peso. Pero un fútbol dinámico y demoledor mantuvo al interino en el cargo. Arrasó con sus rivales en Alemania.
Lo mismo pasó en Europa. Eliminó al Chelsea por un global de 7-1 y en cuartos dio el campanazo. El 8-2 al Barcelona es una de los resultados más impactantes en la historia del fútbol. Ante el Lyon, en semis sufrió al principio, pero se terminó imponiendo por 3-0.
La gran figura es Robert Lewandowski. Para muchos el mejor nueve del mundo en estos momentos. El polaco está muy bien rodeado por "veteranos" como Thomas Muller, David Alaba, Jerome Boateng y Manuel Nauer.
Los bávaros, a diferencia del PSG, no salen a romper el mercado. En la época del Pep Guardiola, por ejemplo, el club se negó a complacer al entrenador fichando a Paul Pogba, Luis Suárez, Eden Hazard o el mismo Neymar. No es que le falte capital financiero, simplemente aplica otro modelo. Le da tiraje a la cantera y va contratando jóvenes a los que pule. Así ocurrió con Serge Gnabry o Alphonso Davies, dos de las grandes figuras de actual la Liga de Campeones, y que fueron rechazados en otros lugares. Cuesta mucho, además, que el Bayern acepte vender a alguno de sus mejores futbolistas.
En la final, el equipo donde brillaran leyendas como Franz Beckenbauer o Gerd Muller intentará demostrar que en estos partidos la historia también juega.
