Hace tres semanas el París Saint Germain de Neymar jugó un escandaloso partido con el Marsella. Expulsiones y una acusación de racismo por parte del brasileño encendieron el partido.
El apuntado era el español Álvaro González, quien además recibió un escupitajo de Ángel Di María. El duelo terminó 1-0 en favor al Marsella.
Hoy, el hispano, quien fue duramente cuestionado por las palabras de Neymar, sacó la voz en redes sociales y relató el calvario que vivió tras la lamentable situación.
"Cuando aterrizamos en Marsella me empezaron a llegar mensajes de WhatsApp a mi teléfono, recibí más de dos millones de mensajes con todo tipo de amenazas, incluso en otros idiomas. Me enviaron fotos de nuestros coches, decían que iban a venir a mi casa a matarme, fotos con mis padres en su tienda diciendo que iban a ir a buscarlos para matarlos", contó.
Y prosiguió: "He tenido miedo porque nunca me había pasado esto. Esa noche no dormí porque la ola Neymar es muy grande y creo que él no sabe la repercusión que tiene. Enfrentarme a él me iba a dar publicidad pero iba a salir perdiendo. Quiero entender que mal entendió unas palabras en un momento complicado del partido".
Su familia lo pasó y hasta sus padres viajaron desde España para acompañarlo. Además, contó con el férreo apoyo de su club.
"Fui de cara y hablé con André Vilas-Boas y el presidente y les dije 'como no se confíe en mi palabra yo no quiero estar aquí, quiero estar tranquilo con los míos'. Me han apoyado, me hacen sentir querido y el club ha estado conmigo hasta que ha salido la sentencia".
Finalmente, ni Álvaro ni Neymar fueron castigados por la liga francesa. El hispano narró parte de la resolución: "Trataron de mirar todas las imágenes del partido, llamaron a los cuatro árbitros que estaban presentes ese día, en el estadio se oye todo por la situación de COVID y no hubo nada. Neymar tenía una cámara propia y se contrataron expertos labiales, ellos no encontraban nada y decían que lo que podía haber tenía una veracidad del 30%".
