El irlandés Roy Carroll cumplió el sueño de su vida. Se convirtió en futbolista profesional e incluso llegó a jugar para el poderoso Manchester United en la época de Sir Alex Ferguson.
Sin embargo, Carroll pagó un precio. Su salud mental se vio severamente afectada y se convirtió en un alcohólico. Los problemas comenzaron cuando defendía al West Ham en 2005 y por primera vez sufrió una lesión grave. Se le hacía muy difícil llevar el día sin jugar y pasando mucho tiempo en su casa.
"Nunca había tenido una lesión con recuperación a largo plazo. No estaba mentalmente preparado para eso.
Estaba solo en una habitación oscura, tomando grandes cantidades. No tenía ayuda del mundo exterior", confesó en entrevista con el Daily Mail.
Lo estaba pasando mal, pero no hablaba con nadie y se esforzaba por esconder su tristeza.
"Nadie sabía que estaba mal porque nunca lo hablé al respecto. Todos pensaban que era la persona más feliz del mundo pero la realidad es que llegaba a mi casa, cerraba la puerta, me golpeaba la cabeza contra la pared y me ponía a tomar", expresó.
Carroll actualmente tiene 43 años y sigue jugando en la Primera División de Irlanda del Norte con el Dunganonn. Piensa en ese período y cree que el alcoholismo era su forma de hacerle frente a la depresión.
"El alcohol era una manera de hacer desaparecer la depresión. Cada día que pasaba estaba peor, no funciona. Fui a rehabilitación por la gente que me rodeaba: mi esposa, mi agente y mis amigos. No veía qué estaba mal con mi vida, ese era el gran problema", comentó.
Si seguía bebiendo, iba a morir. Era demasiado. Inició un tratamiento. "
Las cantidades que tomaba por día eran de locos. Si no hubiera parado, hoy no estaría acá hoy. Siento que mi cuerpo no lo hubiera aguantado. Pero nunca tuve un momento en el que me quisiera suicidar. Si moría, era por el alcohol. Simplemente no me despertaba una mañana", relató.
Carroll dice sentirse bien, pero afirma: "La depresión va a volver, siempre vuelve. Nunca me la voy a sacar de encima. A un montón de futbolistas le sucede lo mismo que a mí pero no lo cuentan en público. Lo mantienen escondidos".
"Los jugadores reciben abusos en las redes sociales todos los días en el día de hoy. Mi consejo es que se alejen de ellas. Los trolls sólo quieren arruinar las vidas de los demás. Mi gran problema fue estar pendiente de las opiniones de los demás. Hoy tengo otra perspectiva y no me importa lo que digan de mí", cerró.
