Nicolás Jarry (22°) no podrá defender su título en el ATP de Santiago. La noche del viernes falló en los momentos clave y sorpresivamente perdió en sets corridos ante Corentin Moutet (140°).
Fue un duelo bravo que se disputó en medio de un ambiente crispado y en el que hubo roces entre los tenistas.
Moutet es un jugador con un carácter especial. En 2022 la Federación francesa lo expulsó de sus filas por su comportamiento en la pista. Ha protagonizado varias polémicas, como cuando casi se va a las manos con el búlgaro Adrian Andreev o cuando fue descalificado en Adelaida por insultar al juez de silla. El argentino Guido Pella lo llamó "maleducado".
El encuentro con Jarry generaba morbo desde la previa. El año pasado el tenista Mikael Ymer fue suspendido por 18 meses debido a que faltó a tres controles antidopaje fuera de competición. Moutet salió a defenderlo e inesperadamente le pegó un "palo" a "Nico".
"¿Y 11 meses para Jarry cuando dio positivo? Tienes que explicarme, no entiendo. Especialmente para apelar cuando fue absuelto, no entiendo la implacabilidad. Uno de los mejores jugadores (Ymer) y sin duda está limpio. Espero que se haga justicia", escribió en redes sociales.
En el duelo de este viernes, el galo arrancó con una excentricidad. En el primer punto del partido, sacó por bajo y metió un ace. El público se enardeció. Hubo una pifiadera monumental e insultos varios en San Carlos de Apoquindo.
Sin embargo, Moutet no se aplacó. Celebraba los puntos gritando en serbio, inglés, francés o español. Protagonizó, además, tensas discusiones con el umpire.
Cuando se jugaban los games decisivos del primer set, el ex 51 del mundo nuevamente sacó por bajo, pero la situación terminó de mala manera para él. Perdió el punto y "Nico" lo miró de manera desafiante.
"Ándate al circo, payaso cu...", le gritó un fanático al europeo.
El mérito de Moutet radicó en mantener el foco en un escenario adverso. Fue inteligente, aprovechó los errores de Jarry y se quedó con la primera manga en el tie break.
El partido se mantuvo igual en el segundo set. El histriónico zurdo seguía mezclando varios idiomas al festejar, dañaba con el slice y por momentos lograba enredar a Jarry en una telaraña.
Tal como en el primer parcial, hubo que definir en el tie break. Moutet reclamó un cobro indicando la marca de la bola sobre la arcilla. El juez le indicó que esa marca correspondía a otra jugada, "Nico" se molestó mucho con la situación.
Cuando el duelo terminó, Moutet realizó un gesto provocador. Celebró como Novak Djokovic, haciendo una reverencia mirando a cada sector del estadio.
El saludo en la red fue tenso y frío. El tenista nacional le reclamó a su contrincante por la polémica de la marca con el umpire, pero Moutet no le hizo mucho caso y volvió a lo suyo. Aplaudió y levantó el pulgar mirando hacia las gradas. Cuando Jarry se fue rumbo al vestuario, algo se dijeron a la pasada.
San Carlos de Apoquindo era un caldero burbujeante en esos momentos. Las pifias eran tan estruendosas que no permitían que Moutet realizara la entrevista con la transmisión oficial de la ATP.
El parisino tomó el micrófono y dijo: "Chicos, por favor, un minuto, un minuto. Por favor, un minuto".
Finalmente, pudo hablar. "Fue un ambiente hostil donde mi pifiaron y me abuchearon, la gente hacía ruido cuando yo servía. Sobreviví, jugué bien. Entonces, no creo que haya hecho nada patético", declaró.
En conferencia de prensa, a Jarry se le preguntó por la actitud de Moutet y cómo fue lidiar con eso.
"Es un jugador bien especial. No me voy a meter en su actitud. Él tiene sus temas y si él quiere hacer eso, tema suyo", fue su respuesta.
Moutet ahora enfrentará a otro chileno. Alejandro Tabilo (51°) será su rival en semifinales. Se prevé un duelo de alto voltaje. Hay muchas expectativas y no solo por lo tenístico.
