Campeón mundial, senador y un provocador nato, el histórico futbolista brasileño Romario volvió a las canchas con el América de Río de Janeiro a sus 58 años.
El ganador del Mundial de Estados Unidos 1994 nunca se guarda nada y asegura que en el fútbol de hoy marcaría "más de 2.000 goles" porque los jugadores son "muy burros" y corren demasiado.
"O Baixinho" indicó que "siempre fui muy directo y tuve un momento en que fui el mejor del mundo y el mejor en los lugares por los que pasé. Siempre fui el responsable por la victoria y el responsable por la derrota".
Y de la actualidad, Romario sentencia sin ningún tapujo: "Creo que dentro del campo mi éxito sería mayor porque hoy los futbolistas son muy burros. Corren demasiado. En mi época el fútbol también era físico, siempre fue así, pero los jugadores eran mucho más técnicos y mucho más inteligentes".
"Seguro que hoy haría más de 2.000 goles", remató el goleador que brilló en el Barcelona.
El sábado pasado volvió a jugar en el partido del América, club que preside, contra Petrópolis, en el arranque de la segunda división del Campeonato Carioca.
Romário decidió regresar al fútbol profesional para cumplir el sueño de compartir vestuario con su hijo. Frente al Petrópolis se sentó todo el rato en la banca.