Una de las grandes polémicas en lo que va de
Roland Garros tiene que ver con el mal comportamiento del público.
El que primero se quejó más fuerte fue David Goffin, quien ganó en primera ronda ante el local Giovanni Mpetshi-Perricard.
El belga disparó fuerte: "Cuando te están insultando durante tres horas y media, esperas que intervenga el juez de silla. Lo de hoy fue demasiado lejos, hay personas que están ahí con el único objetivo de molestar. Llegaron a escupirme un chicle. Mucha gente se queja de esto, en el eco que hay en el vestuario y en las autoridades de la ATP. Creo que esto solo ocurre en Francia. En Wimbledon no pasa. En Australia tampoco. En el US Open es bastante tranquilo".
El ex 7 del mundo sumó: "Claramente, esto va demasiado lejos, es una falta de respeto total. Realmente es demasiado. Esto se está convirtiendo en fútbol, pronto habrá bombas de humo, hooligans y peleas en las gradas.
Esto está empezando a volverse ridículo. Algunos están ahí más para crear un desastre que para crear el ambiente".
Pero lo de Goffin fue solo el inicio. Ayer se quejó Iga Swiatek, 1 del mundo, sobre el bullicio que se genera en los intercambios.
"Por favor, no griten durante los intercambios. Esto es serio para nosotras, estamos jugando por mucho dinero y puntos. Espero no convertirme en uno de esos jugadores que no les gustan y al que le abuchean. Es muy frustrante ver que fallas una bola importante porque alguien de la grada pega un grito justo antes de que golpees. Sé que debo mantener la concentración y no frustrarme, pero no es lógico que la gente esté emitiendo sonidos mientras estamos en pleno peloteo. Si hubiera sucedido una vez no habría dicho nada, pero se dio en varias ocasiones", lanzó.
Novak Djokovic se alineó con sus compañeros: "Son fans muy apasionados. Sé que en las canchas exteriores (vi algunos momentos destacados del partido de Goffin) pueden ser incluso más ruidosos e inapropiados a veces. Es una línea muy fina cuando se pasa esa línea y cuando comienza a volverse irrespetuoso hacia el jugador. Apoyo a un jugador que se enfrenta a personas que le faltan el respeto y lo abuchean, no siempre es posible tolerarlo".
El búglaro Grigor Dimitrov, consultado por la queja de Swiatek, desdramatizó: "Cada persona es sensible a diferentes cosas. Estoy a favor de que la gente no se pueda mover por la grada, pero el tema del ruido no me molesta. Puedo mantener la concentración aunque el ambiente no sea tranquilo. De hecho, creo que podría jugar con música".
Una postura similar tiene Ben Shelton, quien en primera ronda superó al local Hugo Gaston: "Sinceramente, me motiva y me da una energía increíble. Sé que si juego en Francia contra un francés, el ambiente será muy cargado, eso me gusta mucho".
Nicolás Jarry también vivió un clima hostil durante su debut ante el galo Corentin Moutet.
"Es mucho más difícil jugar con público en contra. Logré lidiar bien todo el año en Argentina, en Italia, en Miami,
pero hoy no pude", comentó el chileno, mientras que su rival retrucó: "No fueron irrespetuosos.
Lo aplaudieron cuando salió de la cancha. En Chile me abuchearon de principio a fin del partido. No sé si es una cuestión de respeto. Para mí no lo es pero cada quién tiene su punto de vista".
Hay más. Durante la qualy, el argentino Diego Schwarzman fue silbado cuando jugaba con el local Quentin Halys y el umpire tuvo que llamar a seguridad para que calmaran a los fanáticos.
Stefanos Tsitsipas, en tanto, remarcó que "no me gustaría tener que afrontar una situación así. Es sorprendente la manera en la que la gente puede comportarse en un deporte de caballeros, como lo es el tenis".
Daniil Medvedev también va por esa línea: "Jugar contra un francés en Roland Garros no es fácil. En Australia también puede ser difícil. En Wimbledon y en el US Open no es lo mismo (enfrentar a jugadores locales)".
Sin embargo, los jugadores locales respaldan a sus hinchas. Richard Gasquet señaló que "eso se transmite, te lleva, afecta al sistema del adversario. Cuando tienes momentos un poco duros, es bueno que sea así".
Lo mismo Lucas Pouille, que en Eurosport dijo que el comportamiento de la gente "añade algo de pimienta a un deporte que a veces es un poco plano", para luego disparar: "Cuando juegas con un argentino en Argentina, con un chileno en Chile o contra italianos por la Copa Davis, hacen hasta gestos obscenos. A lo que sucede aquí lo considero bastante calmado".
La decisión de Roland Garros
Ante las diversas quejas, críticas y comentarios, la organización del torneo tomó una drástica resolución: Prohibió el alcohol en las tribunas.
La directora del Grand Slam parisino, Amelie Mauresmo, anunció que los jueces de silla más experimentados y de mayor trayectoria serán asignados a los partidos que potencialmente puedan presentar mayor riesgo en este tema.
Además, enfatizó en que los umpires han recibido instrucciones de tomar medidas enérgicas contra el mal comportamiento y que los aficionados que no se porten de buena manera serán expulsados del estadio.
"El alcohol estaba autorizado en las tribunas, no en todas. Pero esto se ha terminado. Si no te comportas bien, si lanzas cosas a los jugadores, te vas. La seguridad es clave, no nos va a temblar la mano. Seremos intransigentes en cuanto al respeto a los jugadores y al juego", avisó Mauresmo.
