SANTIAGO.- Es un hecho que en los últimos años las marcas de lujo, y en especial las de auto, han anotado una fuerte expansión en el país.
Según cifras de la Asociación de Marcas de Lujo (AML), el sector ha crecido un 60% en los últimos cinco años, llegando a vender poco más de 7.700 automóviles sobre los US$ 50.000 (unos $31 millones) en 2014.
Si bien en el sector reconocen que los primeros cinco meses de este año se produjo una baja en las ventas de entre 18 y 20%, miran con optimismo una recuperación para el segundo semestre, aunque descartan terminar con cifras azules.
Las nuevas tendencias
El gremio también dio cuenta de las nuevas tendencias y los desafíos que tienen las marcas para satisfacer los nuevos requerimientos de los consumidores.
"La madurez del consumidor chileno considera un aspecto muy importante en cuanto a la compresión, que es la utilización de los productos que compra, diferenciación-personalización que hizo que mucha gente en el último año ha buscado un mayor atractivo de las marcas", indica Nicholas Parkes, presidente de la AML.
Es por ello que las concesionarias han notado una serie de cambios en los gustos de los clientes, que los han obligado a adaptarse y dar la misma calidad de servicios que, por ejemplo, se ofrece en Europa.
“Una de las grandes cosas que se vienen sucediendo en el mercado del lujo, no solamente en el automotriz, es que en la experiencia del consumidor se busca que sea la misma en Chile de alguien que está comprando un Mercedes en Alemania o un Maserati en Italia. Que no quede una sensación de que comprar en Chile es diferente a esos países”, indica el líder gremial.
En esa línea, Parkes destaca que uno de los atractivos del mercado de lujo es la personalización de las unidades que se adquieren. "La idea es que cada uno sienta que su auto es diferente y esto es algo hoy en día uno de los mayores factores diferenciación de lo que es y no lujo".
Santiago Lombardi, marketing manager de Maserati y Ferrari en Chile, asegura a Emol que el 50% de los autos que se compran son mandados a personalizar en color de costura, de tablero, la llanta y en cinco o seis meses llegan los autos como lo pidió el consumidor, y detalla que el promedio de equipamiento opcional que piden sus clientes puede llegar hasta los 30 mil dólares sobre el precio del auto.
"Ahora las personas saben el tipo de producto que están comprando, por ende les gustaría tenerlo. Anteriormente la gente que veía de lejos un Ferrari o de lejos un Mercedes, sin entender mucho de lo que se trataba, decía por qué iba a pagar por eso. Antes había una mirada, quizás, más austera en general respecto a ciertos productos, hoy eso ha cambiado y la gente se atreve mucho más", añade Parkes.
El product manager de Kaufman, el representante de Mercedes-Benz en Chile, Nicolás Mena, indicó que el consumidor "está mostrando el gusto y una atracción mayor por autos más eficiente, con mejores prestaciones de consumo y rendimiento, pero jamás dejando de lado la comodidad, el confort y la deportividad, que pueden ofrecer algunos de nuestros modelos".
Por su parte, el gerente comercial de Infiniti Chile, Jaime González-Carrion, destaca que la tendencia se está yendo sobre todo a los SUV, que son vehículos que dan seguridad, por la altura y tamaño del vehículo.
"Realmente el mercado y público chileno está más exigente, lo que es bueno y hace que todas las marcas estemos más encimas de nuestro trabajo. Ellos quieren algo mejor, recibir un mejor trato. Son clientes que renuevan los vehículos cada uno o dos años en este tipo de segmentos, por lo tanto son clientes que han probado muchísimas marcas", asegura.