Héctor Flores, El Mercurio
SANTIAGO.- La falta de lluvia y los problemas de ventilación en la Región Metropolitana no sólo afecta a la salud de los santiaguinos, sino que también a la economía. Debido a la emergencia ambiental que se decretó para ayer en Santiago luego de 16 años, cerca de 2.276 fuentes industriales contaminantes tales como empresas y transportes tuvieron que paralizar sus funciones.
Pese a que el impacto económico que generó la emergencia ambiental aún no está cuantificado del todo, dado al tardío aviso de la medida, fuentes gremiales indican que la actividad productiva nacional se vio "muy afectada" y que deben "estar preparados para otra eventual contingencia".
Fuentes de la
Confederación Nacional Gremial de Dueños de Camiones de Chile (CNDC) afirman
que el actor más afectado fue el pequeño transportista, aquel que maneja vehículos de carga de forma particular. "Sólo en la capital operan alrededor de 10 mil choferes que llevan la carga y se hacen responsables de toda la gestión logística", dice.
"Tiene que haber un impacto importante porque aquí se le está diciendo a gran parte de la actividad productiva que no puede trabajar", añade la fuente.
Además, explica, que fue "una situación complicada para todo el mundo" ya que algunas fuentes fijas, tales como industria y fábricas que queman petróleo, carbón y otros combustibles, no podrán realizar sus procesos productivos haciendo que otros sectores paralicen sus faenas.
"Sería bueno que el Gobierno se preocupara de hacer este tipo de estudios para medir cuál es el impacto productivo. No como una crítica sino como un aporte para tirar números a la mesa", concluye.
Si bien el presidente de la Asociación de Industrias Metalúrgicas y Metalmecánicas (Asimet), Juan Carlos Martínez, dice que acatan y apoyan la paralización de fuentes fijas, comenta que en lo que respecta a su sector, las emisiones bajaron "de manera considerable al menos en los últimos 28 meses, ya que nuestra actividad productiva se encuentra en niveles mínimos".
"La paralización de fuentes fijas industriales afectó ayer a un 45% de las empresas socias de Asimet que tienen actividades productivas (dependiendo de algunos procesos permitidos que siguen ejecutándose)", agrega.
En tanto, el presidente de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), Hermann Von Mühlenbrock, estima que las pérdidas económicas en el sector pudieron ser de US$ 55 millones, considerando que la Región Metropolitana representa el 48% de la actividad industrial del país.
"Si se considera que existen aproximadamente 11.400 fuentes, una situación como la vivida este lunes en Santiago implica la detención de aproximadamente 1.800 fuentes. En el límite, si se correlaciona directamente el número de fuentes con el valor de la producción diaria, esto podría alcanzar un costo por sobre los US$ 8 millones", comenta.