SANTIAGO.- "Es cierto que los Estados pueden obstaculizar la creación de empleo. Pero, ¿ustedes creen que el Gobierno quiere eso?", preguntó la ministra del Trabajo, Ximena Rincón, en el XVII Congreso de Personas y Organización realizado por Icare, refiriéndose a los cuestionamientos que ha tenido la agenda laboral.
"Si ya hemos dicho que el empleo define el estandar de vida y la competitividad de las empresas, obviamente el Gobierno no quiero eso", precisó la secretaria de Estado durante su exposición, en donde invitó a las empresas a "repensar la productividad desde la lógica de la motivación y el compromiso de los trabajadores".
En ese sentido, explicó que la reforma laboral tiene tres principios: la cohesión social, el diálogo y la confianza entre las empresas y los trabajadores.
"Hay un círculo virtuoso entre el incremento de la productividad y esos principios (...) Mientras más unidad y sentido de pertencencia tengamos dentro de la empresa más habremos hecho por el mejoramiento de la productividad y el mejoramiento del crecimiento del país".
Así mismo, sostuvo que, según estudios internacionales, el mundo del trabajo en Chile "se lleva a penas el 41% de todo el PIB", mientras que países exportadores como Australia obtienen el 48%. En Alemania llega al 52% y en Canadá al 53%.
"¿Cómo logramos comprometer a los trabajadores si sólo se llevan el 41% de la torta?, afirmó la titular del Trabajo y concluyó: "El país que queremos es aquel en donde recuperemos la confianza (...) Queremos mejorar las empresas para sus dueños y los trabajadores".
En cuanto al principio del diálogo, la ministra afirmó que "siempre vamos a preferir el diálogo sobre la confrontación, una mesa de negociación por sobre la trinchera de la calle. Lo que queremos es que sean las instituciones y sus procedimientos los que permitan abordar las divergencias de interés al interior de cada empresa".