Foto de septiembre de 2013 cuando ambos mandatarios se encontraron en Rusia para la cumbre del G20
AFP
BRASILIA.- La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, aprovechará la visita oficial que realizará en la semana próxima a Estados Unidos para pedir la remoción de las trabas no arancelarias que obstaculizan el acceso de productos brasileños al mercado norteamericano, afirmó hoy el gobierno.
Según el ministro de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, Armando Monteiro, esas trabas -que no especificó- son el principal problema que enfrentan los exportadores brasileños para vender sus productos a Estados Unidos, ya que el arancel medio que cobran los norteamericanos es de solamente un 3,5%.
"Nuestro problema no son las trabas arancelarias, sino las no arancelarias", expresó Monteiro, al declarar hoy ante la Comisión de Relaciones Exteriores y Defensa Nacional del Senado brasileño.
El ministro destacó además la necesidad de avanzar en la armonización de normas técnicas, como forma de ampliar el acceso de exportaciones brasileñas a Estados Unidos, en especial de los rubros de productos textiles, de máquinas y equipos y de iluminación.
"Estados Unidos es nuestro segundo mayor socio comercial (después de China), y es el primer destino de productos manufacturados brasileños", enfatizó Monteiro, al destacar que, de los US$ 27.000 millones vendidos por Brasil al país norteamericano el año pasado, US$ 17.000 millones correspondieron a exportaciones de productos manufacturados.
Rousseff viajará este domingo a Estados Unidos, para iniciar una visita que debería haber ocurrido en octubre de 2013, pero que fue cancelada después que documentos filtrados por el ex analista de los servicios secretos estadounidenses, Edward Snowden, revelaron que la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) norteamericana
monitoreó comunicaciones de la mandataria brasileña.
La presidenta brasileña iniciará su visita en Nueva York, donde se reunirá con empresarios e inversionistas brasileños y estadounidenses, a quienes presentará el plan de concesiones lanzado el año pasado para entregar al capital privado proyectos de infraestructura en Brasil.
Los analistas esperan anuncios de acuerdos de cooperación bilateral en campos como de educación técnica y avances en las negociaciones sobre la exención de visas para turistas de los dos países.