PARÍS.- Los precios de los productos agrícolas proseguirán en la próxima década la baja registrada desde hace dos años, gracias a la mejora del rendimiento, aunque no se descarta un "choque grave".
Según informe elaborado en conjunto por la FAO y la OCDE, el aumento de la producción gracias a mejores rendimientos en Asia, Europa y América del Norte, y la conquista de nuevas tierras agrícolas en América del Sur, conjugados con la baja del precio del petróleo, que incide en los costos de los fertilizantes y de la energía, contribuyen al apaciguamiento de los mercados agrícolas.
No obstante, el documento "Perspectivas agrícolas 2015-2024" afirma que los precios agrícolas, que empezaron a bajar globalmente hace dos años, se mantendrán sin duda "a un nivel más alto que en los años que precedieron al alza de 2007-2008", la cual provocó la última crisis alimentaria.
Pero esa relativa regularidad bajista no pone a los mercados al amparo de eventuales sacudidas, advierte el informe, evocando las variaciones posibles de los rendimientos ligados al clima, del precio del petróleo y del crecimiento económico. "Es muy probable que los mercados internacionales sufran al menos un choque grave en el curso de los diez años venideros", señala.
Nuestras diferentes hipótesis arrojan "una variación media de los precios de alrededor de 15% a 20%, proyección de base más probable. Pero sin excluir que los precios puedan subir mucho más alto, por ejemplo a raíz de un choque climático", indica Boubaker ben Belhassen, director de la División Comercio y Mercados de la FAO, contactado en Roma por la AFP.
Para establecer sus "Perspectivas", los economistas de la FAO y de la OCDE se basan en las capacidades de producción, las estimaciones de consumo, las condiciones macroeconómicas y climáticas, explica.
Pero una sequía, como la registrada en Estados Unidos en 2012, puede perturbar a todo el sector, como también puede hacerlo una decisión política, como la de suspender las exportaciones. Y ello porque, más que nunca, los mercados mundiales serán alimentados por un pequeño club de cinco principales exportadores: Estados Unidos, la Unión Europea, Rusia, Brasil y Argentina.