BRATISLAVA.- Los países más pobres de la eurozona de Europa del Este, que han sufrido en carne propia dolorosas reformas, son partidarios de una línea de dureza ante Grecia y consideran realista un "Grexit", tras el 'No' en el referéndum griego.
Estonia, Letonia, Lituania y Eslovaquia han alegado varias veces que son demasiado pobres para pagar los errores de una Grecia más rica, y exhortan a Atenas a someterse a las reformas y medidas de austeridad previstas en el generoso plan de rescate de 240.000 millones de euros ($168.477 millones) que ha beneficiado desde 2010 al país mediterráneo.
"He oído decir que algunos jubilados griegos reciben más de 1.000 euros ($761.988) por mes. Es inaceptable. Me niego a pagar sus deudas si ganan fortunas, comparadas a mi salario" declara Martina Lelovicova, una camarera de Bratislava.
El salario medio en Eslovaquia, país de 5,4 millones de habitantes y miembro de la zona euro desde 2009, es de 880 euros ($617.750)
El ministro eslovaco de Finanzas, Peter Kazimir, fue el primero de los miembros del Eurogrupo en destacar que el 'no' griego hacía emerger el espectro de un "Grexit".
"La pesadilla de los 'euro-arquitectos' de ver cómo un país deja el club parece un escenario realista tras el voto negativo de Grecia", indicó en su cuenta Twitter. El lunes insistió ante la prensa: "la retirada progresiva de Grecia de la zona euro ya está en curso".
Según el Primer ministro de izquierda eslovaco, Robert Fico, su país no padecerá ninguna consecuencia, que Grecia se quede o no en la zona euro.
"Los eslovacos no perderán un euro a causa de los griegos, porque no les hemos dado dinero (...)" explicó en un debate televisado.
Pero otros países pobres de la zona euro temen que sí pueden perder algo.
Según el presidente de Estonia, Toomas Hendrick Ilves, hay que pensar en "todos los acreedores, no solamente en los bancos" y que "países más pobres que Grecia pueden perder hasta 4,2% de su PIB", según escribió este lunes en Twitter.
Su primer ministro Taavi Roivas considera por su lado que las opciones ahora para Grecia son "malas o peores", y que las reformas en ese país son "inevitables".
Estonia y Letonia, que se independizaron de Moscú en 1991, se unieron a la zona euro respectivamente en 2011 y en 2014, seguidos en enero pasado por el tercer país báltico, Lituania.