ATENAS.- El Gobierno griego ordenó a los bancos que vuelvan a abrir el lunes 20 de julio, tres semanas después de que cerraron para impedir que el sistema colapsara bajo una ola de retiros.
El decreto gubernamental mantiene los límites de retiro de efectivo diario en 60 euros (US$ 65), pero añadió un límite semanal. Por ejemplo, un depositante que no retire efectivo el lunes podrá retirar 120 euros (US$ 130 dólares) el martes, y así sucesivamente, hasta 420 euros (US$ 455 dólares) a la semana.
Los clientes de los bancos seguirán imposibilitados de cobrar cheques, a menos que se depositen en sus cuentas. Tampoco podrán obtener efectivo en el extranjero con sus tarjetas de crédito o en efectivo, sino sólo hacer compras. También hay restricciones a la apertura de nuevas cuentas o la activación de aquellas fuera de uso.
El decreto también aplaza por un mes, hasta el 26 de agosto, el plazo para la presentación de la declaración de impuestos.
Se trata de la primera medida firmanda por el nuevo gabinete y era ampliamente esperada después de que el Banco Central Europeo accedió a reabrir las líneas de crédito de emergencia que necesita el atribulado sector bancario griego para sobrevivir.
Tsipras ahora pretende sellar el acuerdo de rescate con sus socios europeos en las próximas semanas antes de probables elecciones, que el ministro del Interior, Nikos Voutsis, dijo que podrían celebrarse en septiembre u octubre.
"Nuestro objetivo es negociar duro por los términos del acuerdo, no sólo sellarlo, sino sobre cómo será implementado. Hay muchos términos vagos en el texto", comentó el nuevo ministro del Trabajo, George Katrougalos.
Agregó que el Gobierno, elegido en enero sobre una plataforma antiausteridad, luchará por un acuerdo que sea "socialmente justo" y desestimó sugerencias de que tendrá que enfrentar a poderosos sindicatos de trabajadores y arriesgar a provocar protestas en las calles.