SANTIAGO.- La empresa Crossfit Inc -ligada al fundador de la popular disciplina, Greg Glassman- inició una ofensiva legal en Chile por el uso de la marca.
La firma estadounidense registró en enero de 2015 en el país este nombre para la venta de indumentaria deportiva (en términos legales, la clase 25) y para el equipamiento y máquinas de ejercicios (clase 28), consigna El Mercurio.
No obstante, a nivel masivo se desconoce que se trata de una marca registrada que no puede ser utilizada sin autorización de sus creadores de Estados Unidos, según sus representantes en nuestro país.
"Entendemos que hay personas que pueden usar la marca sin saber que está registrada. Por lo tanto, nuestro primer approach es basado en la buena fe. Ahora estamos haciendo una campaña para comunicar que su uso está prohibido salvo que tengan una licencia de Crossfit de California, que es el creador", señala Andrés Grunewaldt, abogado del estudio Silva & Cía abogados, representante de Crossfit en Chile.
Esta no es la única acción que ha emprendido la compañía estadounidense en nuestro país. En diciembre de 2014 solicitó ante el Instituto Nacional de Propiedad Intelectual (Inapi), la nulidad de la marca que inscribió el ingeniero chileno Cristián Ciudad, asociada a eventos y asesorías deportivas relacionadas con el Crossfit. Es decir, hoy Crossfit Inc tiene la marca inscrita en Chile para ropa y máquinas de ejercicios y ahora, con el recurso interpuesto en Inapi, quiere extenderse la marca a eventos deportivos.
Andrés Grunewaldt asegura que si la entidad les concede la nulidad que solicitan podría recuperar la marca a favor de Crossfit Inc. "La protección de las marcas comerciales es territorial, Crossfit ha tenido que registrar su marca en todo el mundo. Entonces, hay algunos países, donde locales han tratado de aprovecharse y registrar la marca", agrega.
Consultado Cristian Ciudad explicó que inscribió la marca Crossfit en la clase 41 (eventos deportivos y entrenamientos) en 2011, pues contaba con la certificación otorgada desde la empresa en Estados Unidos.
"Nosotros estábamos certificados e inscritos con los estadounidenses, de hecho, fuimos a una convención que ellos hicieron en Perú. Inscribí la marca en Chile para traer Crossfit al país porque me interesaba proteger la inversión que estaba haciendo, pero no fue con el espíritu de que no creciera".
Agrega que en el plazo de 30 días que tenía para responder a la nulidad que presentó la matriz americana en Inapi no lo hizo, pues no le interesa retener la marca ya que no participa en este negocio. "En 2014 se realizaron los juegos Crossfit en Chile y nadie me pidió permiso, pese a que se trata de un evento deportivo, justamente para lo que registré la marca, pero no puse problema", indica.