SANTIAGO.- Los griegos podrán querer escapar en masa de su país en crisis, pero sigue siendo uno de los destinos favoritos para los turistas de lujo.
Grecia representó el 20% de los principales 15 destinos para visitantes acaudalados, de acuerdo a Switchfly, que los clasificó por la duración de su estadía. La capital Atenas se ubicó número cuatro por detrás de Seúl, Dubai y Milán.
Las pintorescas islas de Creta y Míkonos también se encuentran entre los principales destinos para los turistas que viajan en primera clase y se hospedan en hoteles cinco estrellas, de acuerdo a Switchfly.
"Cada año, eventos económicos, sociales y políticos afectan las tendencias de viajes", dijo Daniel Farrar, máximo responsable ejecutivo de Switchfly, que compiló la lista desde su sitio de reservas global. "Este año, hemos visto un aumento en los viajes a Grecia debido a que la crisis económica del país hizo que fuera todo mucho más barato".
Las vacaciones de lujo promedio son de más de una semana de duración, variando de entre 8,3 días en Miami, Florida, hasta 13 días en Seúl, de acuerdo a un análisis de Switchfly.
En Europa se encuentran siete de los 15 principales destinos, mientras que hay cinco en Asia. Miami es el único destino en Norte América, en tanto en Sudamérica es Sao Paulo.
La noticia de que más turistas que gastan grandes cantidades de dinero podrían estar llegando a Grecia es la calma en medio de la tormenta que envuelve al país, cuya economía se pronostica que se contraerá en 2015, la séptima declinación anual en ocho años.
El país también superó a Italia como principal destino de refugiados, con muchos de los que escapan de sus países abatidos por la guerra llegando a las mismas playas que los viajeros adinerados prefieren.
El año pasado, el turismo general en Grecia ya había marcado un récord de visitantes, al sumar 24 millones de turistas.
A diferencia de la recesión por la que pasan la mayoría de los sectores económicos del país, la industria turística representa alrededor del 18% del PIB y genera un valor de US$ 16.000 millones de dólares, según el informe de 2015 del Foro Económico Mundial.