Jorge Sepúlveda, El Mercurio
SANTIAGO.- Al parecer la modificación de la metodología para medir el Índice de Precios al Consumidor (IPC), que aún está en implementación por parte del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el aumento del dólar y el volátil clima que se vive en Chile son factores que actualmente influyen en la variación de la categoría vestuario y calzado de la canasta de productos.
El cambio que propuso el INE en enero de 2014 es algo similar a lo que efectúan las tiendas: dividir el año en distintas temporadas para calcular los precios de productos estacionales (primavera-verano y otoño-invierno) y así mejorar la comparación entre las variedades.
En estas temporadas, la entidad debe capturar los precios de las prendas que efectivamente se van a utilizar en esa época. De este modo, en los primeros meses se van a tener precios más altos por los denominados "avance de temporadas" y conforme avanzan los meses los precios caerán, ya que las liquidaciones ganarán terreno.
Ésta sería la explicación por la que históricamente la división ha aportado más inflación a los precios frente a las proyecciones del mercado.
Pese a que
en junio esta división fue la que tuvo mayor incidencia negativa (-0,8%), y representa alrededor del 4,5% de la canasta del IPC. En tres años y medio, a julio de 2013, la categoría cayó un 35,3%.
"En esa fase de implementación de cambio metodológico hemos observado que la caída de los precios no ha traspasado de manera significativa al indicador IPC. De hecho, en el último registro, que tenemos como inflación del mes de julio, esperamos (como mercado) que la caída que ha existido en los precios (de vestuario y calzado) sea menor a la que efectivamente se está considerando en el sector retail", explica Antonio Moncado, economista de BCI Estudios.
El experto indica que el problema radica en "un problema en la implementación del cambio de mecanismo metodológico, que aún no se ejecuta de manera completa, que se propone desde el año base". Sin embargo, asegura que "los cambios que se han propuesto, como no se han implementado a cabalidad, no han tenido un impacto muy significativo en la variación del IPC".
"No hay una razón fundamental por la que la inflación del vestuario y calzado debería estar cayendo tan sistemáticamente como lo ha sido desde 2010", dice Edgar Glossop, economista de Mercados Emergentes de Capital Economics, a Bloomberg, quien también sugiere que "todavía hay cuestiones metodológicas".
Y son dos variables las que hacen que los precios del vestuario y calzado tengan variaciones importantes en cada IPC: el tipo de cambio, ya que a medida que se aprecia el dólar, más caro será importar ropa desde el extranjero; y en segundo lugar el clima, porque si se posterga el invierno, como pasó este año, las liquidaciones se anticiparán.
Algo similar pasa con el segmento de las frutas y verduras de estación. El INE adopta una denominación particular sobre ellas porque no existen todo el año utilizando una pequeña muestra atingente a la situación de donde está capturando los precios.