Janet Yellen, presidenta de la Reserva Federal.
AFPSANTIAGO.- Si hasta ayer el factor FED era importante, hoy y hasta septiembre el mercado de las divisas sólo tendrá los ojos puestos en el banco central de Estados Unidos.
Aunque mantuvo la tasa de interés en el rango 0%-0,25%, que permanece en ese lugar desde que comenzó la crisis financiera, y se abstuvo de anticipar fechas para concretar el tan esperado aumento, el positivo panorama económico que describió este miércoles puso de puntas a los inversionistas que esperan con ansias un cambio de política monetaria para el noveno mes del año, cuando se realice la próxima reunión de las autoridades financieras.
Es tanta la expectación, que el dólar en Chile ya rompió la “barrera psicológica” de los $670 en la apertura con alzas de más de $6 a dos horas de comenzar la sesión.
Hasta la semana pasada, este era el nivel tope que la divisa podría alcanzar este año, según los analistas. Pero la adrenalina del mercado pareciera decir otra cosa, más aún tomando en cuenta que no hay nada dicho por parte de Estados Unidos.
Pero los especialistas son cautos y apelan a que la permanencia de este ritmo del billete verde dependerá más del "cuánto" aumente la tasa en vez el "cuándo".
"Los techos más probables para el tipo de cambio son los $670 y $686 y dependerá de la decisión en los próximos meses de la Reserva Federal. Esta decisión, si bien es inminente la subida, el problema se presenta en la velocidad que subirá la tasa y pensamos que ésta será lenta, alcanzando solamente un 0,25% durante este año y posiblemente el 2016 no sea mayor a un 0,75%, mucho menor de las proyecciones que se presentaron hace algunos meses", afirma Alexis Osses, jefe de Estudios de xDirect.
El analista detalla que "las condiciones internas (de EE.UU.) siguen siendo un problema en el mediano plazo; la inflación muy difícilmente logrará el objetivo de 2% y sobre todo podríamos ver menores expectativas de crecimiento en la reunión de septiembre".
Precisamente, la FED afirmó ayer que un escenario propicio para aumentar la tasa sea cuando lleguen a la meta de 2% en el alza de los precios de los productos y mejore aún más el mercado laboral.
Algunos escenarios
Un dólar alto es un buen escenario para los exportadores de un país: venden más caro los productos y por tanto hace más competitiva la industria. Pero produce un desequilibrio en la entrada de capitales nuevos y encarece las deudas.
Así lo afirma Stephen Jen, ex economista del Fondo Monetario Internacional experto en divisas, citado por el diario El País de España: "En la última década, Latinoamérica, como el resto del mundo, se ha endeudado en dólares pensando que iba a seguir cayendo. Por eso una subida de tipos (de interés en EE.UU.) sería tan peligrosa para la zona", explica.
La peor parte la tendría al peso mexicano y más aún al real brasileño, las dos mayores monedas de la región, por los déficit de cuenta corriente, del 3,2% y del 4,4%. “De elegir, creo que Brasil puede ser el gran problema”, comenta Jen.
Según datos de Bloomberg, la moneda brasileña se ha depreciado 33%, en 19%, el peso argentino un 10%, el peso colombiano cede 35%, el sol peruano 13% y el peso chileno un 15%.