SANTIAGO.- El 10 de septiembre pasado, la Cámara de Diputados aprobó y despachó la Reforma Tributaria, tras un largo debate en el Senado y un protocolo de acuerdo entre los partidos del oficialismo y la oposición.
Ha pasado cerca de un año y las dudas sobre su implementación siguen en pie y tras la publicación de las
últimas circulares por parte del Servicio de Impuestos Internos (SII), parece ser necesaria una cirugía mayor a la normativa impositiva, principalmente en lo que respecta a los regímenes de tributación: el semiintegrado y de renta atribuida.
El economista Bernardo Fontaine insiste en que se necesita una” reforma a la reforma legal”, porque los “errores de la iniciativa están en la ley, y las circulares no pueden corregirla”.
En esa línea, son cuatro aspectos fundamentales los que se deben corregir, según el análisis del especialista. El primero tiene relación con que la tasa de impuesto a las empresas llegue al 25% y no al 27%; que el crédito de la primera categoría contra el impuesto personal sea 100%, porque sino produce todo tipo de distorsiones, discriminaciones entre contribuyentes y ventas de elusión; que se simplifiquen los registros y que se restrinja la renta atribuida; y cuarto que los requisitos para las pymes no dejen fuera a la gran parte de ella.
El director ejecutivo del Centro de Estudios Tributarios de la Universidad de Chile, profesor Gonzalo Polanco, indicó que si bien las circulares resuelven algunas dudas, lo hacen dentro del límite que ellas tienen. “Hay ciertos problemas que surgen de la forma en que quedó hecha la ley”.
“Es complejo entenderlo, pero más complejo aún es aplicarlo”, sostiene. No obstante, descarta de plano simplificar la tributación en una mezcla de ambos regímenes. “Eso definitivamente terminaría complejizando más.
Existe un entre los especialistas, creo yo, que mantener dos regímenes de manera general no es lo más conveniente, y en consecuencia la discusión ha ido hacia eliminar uno. El debate ahora es sobre cuál se elimina… Se debería eliminar o restringirse el sistema de renta atribuida.
Mientras que el abogado tributario Juan Manuel Baraona asegura que “siempre supimos que esto no se arreglaba solo con circulares, las circulares no pueden cambiar las leyes, y en esta reforma hay temas que sí necesitan de cambio de ley. Es una opinión bastante compartida por todos los que entienden un poco de impuestos”.
“Hay dos o tres temas que son importantes. En primer lugar la convivencia de dos sistemas atribuido y semiintegrado que también hay una coincidencia casi total en el sentido que la convivencia entre ambos sería tremendamente difícil para no decir imposible, ese es el gran tema”, señala.
También está el tema de las atribuciones que la nueva legislación le entrega la autoridad fiscal y que crea una situación bastante de incertidumbre en los contribuyentes.
¿Qué se propone? “En lo sustancial el sistema debería compartir el criterio de uno de ellos, el semiintegrado en el sentido de establecer una tributación a los propietarios de las empresas sobre una base de recepción de utilidades y no sobre la misma base de la empresa que es el gran pero del sistema atribuido, que amplía enormemente la base del impuesto global complementario adicional,” plantea.
Asimismo, añade que “debería cambiarse del sistema semiintegrado un crédito parcial que se estaría aplicando y volver al régimen de crédito total, que es una forma de establecer una nivelación entre la renta del trabajo y de capital”.
Se puede afectar la recaudación
“Habría que ver como jugar con las tasas de impuestos, pero al mismo tiempo, y esa es la tarea difícil, no incrementar indebidamente la tributación de las empresas pequeñas y medianas empresas”, sostiene Baraona.
Mientras que Fontaine asegura que con algunos cambios sí se puede afectar la recaudación, aunque enfatiza que “es verdad que la economía no crece, tampoco se alcanzarán las cifras prometidas. Tenemos que lograr es que una buena reforma tributaria permita la recaudación que necesita el fisco, esta reforma no va a permitir la recaudación prometida porque está afectando el crecimiento económico de manera maciza”.