Manuel Herrera, El Mercurio
SANTIAGO.- En momentos en que la marcha de los camioneros llegaba a La Moneda, la Presidenta Michelle Bachelet, por compromiso previo, asistió a la Cena Anual de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami).
En el evento, en que la Presidenta no hizo alusión a la movilización, estuvo acompañada por los ministros de Minería, Aurora Williams; de Hacienda, Rodrigo Valdés; del Trabajo y Previsión Social, Ximena Rincón, y de Energía, Máximo Pacheco.
En su intervención, la Mandataria destacó el "rol central de la minería en nuestra historia, en nuestra proyección internacional y en nuestro desarrollo futuro".
Asimismo, se refirió la ayuda que prestó el sector ante el temporal que afectó al norte de nuestro país.
"Es motivo de orgullo y agradecimiento el apoyo inmediato que recibimos de parte de la mediana y de la gran minería durante la etapa de emergencia. Además de la generosidad, volvimos a comprobar el profesionalismo y la excelencia con que se trabaja en esta industria", indicó.
Frente a los presentes, afirmó que "la minería no sólo se define por su larga historia, sino porque es inseparable del futuro de Chile. Por la envergadura de sus inversiones, por sus plazos de maduración y por su fuerte encadenamiento con el conjunto de la economía, en la minería se sustenta de hecho gran parte de la visión que tengamos del porvenir nacional y de cuánto queremos hacer, en el presente, para cosechar resultados mañana".
La Jefa de Estado aprovechó la ocasión para invitar "a que todos sepamos ver más allá de las disputas pequeñas y recordemos los desafíos que marcarán las próximas décadas, pero que debemos comenzar enfrentando hoy".
En este sentido, puntualizó que "miremos lo que somos capaces de hacer como país, las enormes posibilidades de trabajar conjuntamente. Y para ello debe prevalecer el diagnóstico ponderado, el diálogo respetuoso y dejar atrás las caricaturas y estridencias".
"No es tiempo de trincheras"
Además, la Mandataria indicó que "quiero decirles que no es tiempo de trincheras, sino de alentar la confianza, debemos asumir que la sociedad ha cambiado y tenemos que responder a estándares aún más exigentes".
"Los desafíos son variados, muchos de ellos conocidos porque se arrastran por años. Somos un país fuerte, tenemos todas las capacidades para enfrentarlo y ser exitosos, pero sin confianza es poco lo que lograremos", añadió.
Asimismo, expresó que "tenemos que hacernos cargo de la coyuntura inmediata de desaceleración: porque no podemos arriesgar el bienestar de la gente, ni poner en riesgo la existencia de la empresa".
Por último, la Mandataria defendió los cambios que su Gobierno está llevando a cabo para "tener una economía y un orden institucional que no sólo esté a la altura de los chilenos y chilenas de hoy, sino que sea la base sólida que les permita seguir desplegándose".
"Quiero una sociedad, una economía y una política al servicio de las capacidades y anhelos de las personas de carne y hueso. Hacerlo hoy implica enormes beneficios futuros para todos. No hacerlo conlleva costos que pueden llegar a ser altísimos", sentenció.