Manuel Herrera, El Mercurio
BEIJING.- China atraviesa una transición "dolorosa" y compleja de su modelo de crecimiento, admitió el jueves el Primer Ministro Li Keqiang, quien trató de calmar las preocupaciones afirmando que ese proceso no amenazaba la economía mundial.
Las autoridades comunistas chinas resaltan con frecuencia sus esfuerzos para transformar un modelo de desarrollo sustentado en las inversiones y las infraestructuras en otro basado en el consumo interno, los servicios y la tecnificación de la producción industrial.
"Será un proceso largo y sembrado de obstáculos", con "altibajos (...) inevitables", admitió Li ante empresarios que participan en el Foro Económico Mundial de Dalian (norte).
Los mercados financieros se vieron agitados en las últimas semanas por señales de una rápida desaceleración de la segunda economía mundial.
Una percepción que Li trató de contrarrestar: "China no es una fuente de riesgo para la economía mundial, sino una fuente de fortaleza del crecimiento global", recalcó.
La economía china, que representa alrededor del 13% del PIB mundial, aportó en el primer semestre de este año un 30% del crecimiento planetario.
Li destacó además que algunos de los problemas económicos de su país tienen su origen en otras regiones.
"La economía china está estrechamente integrada en el mercado internacional", destacó.
Por ello, "China no puede permanecer indemne ante el débil crecimiento económico mundial" de los últimos años, declaró.