SANTIAGO.- Chile vuelve a integrar el selecto grupo de los mercados con mayor libertad económica a nivel mundial tras dos años de ausencia en el top ten. Así lo confirmó el Instituto Fraser de Canadá a través de su prestigioso informe anual que posicionó al país en el décimo lugar.
De esta manera, subió un escalón respecto de la edición del año anterior y compartió su ubicación con el Reino Unido, ambos con 7,87 puntos, en una escala que va del cero al 10.
El país no sólo se encuentra entre las naciones mejor evaluadas del mundo -el instituto toma como referencia para su estudio a 152 naciones-, sino que además es el mejor posicionado de América Latina, indica este lunes
"El Mercurio".
El reporte, que en esta ocasión recopila información de 2013, establece que Chile a nivel global está 0,03 puntos mejor posicionado que el año anterior en materia de libertad económica. Esta pequeña variación y el deterioro de los demás países le han permitido escalar al país.
El reporte del think tank pondera una calificación establecida por cinco subindicadores que son: regulación; apertura comercial; sistema legal y derecho de propiedad; fortaleza de la moneda, y tamaño del Estado o Gobierno.
En tamaño del Estado, sistema legal y derecho de propiedad y regulación, nuestro país perdió puntuación, aunque no significativamente. Sin embargo, en ítems como apertura comercial y fortaleza de la moneda, Chile ganó posiciones, lo que finalmente incidió positivamente en el promedio global del ranking.
Preocupa la regulación
Para Francisco Klapp, investigador del programa económico de Libertad y Desarrollo, el tópico más preocupante es el ítem regulación, sobre todo porque este contempla la regulación laboral. En este subíndice Chile figura en el puesto 117, con puntuaciones como las de países africanos.
"Cuando uno mira las regulaciones del mercado laboral, es donde nos damos cuenta que Chile está al debe, ya que no es consistente con la realidad del país", explica Klapp. Añade que para resolver el problema "hay que pensar en nuevas fórmulas que permitan dar protección al trabajador, pero sin poner costos tan grandes a las empresas".
Otro de los focos negativos -y que el país mantiene con mala nota- son los costos burocráticos, que no presentan mejoras respecto del reporte del año anterior y continúan siendo un desincentivo para el inversionista extranjero.